Según el reporte de Greenpeace, realizado mediante la comparación de imágenes satelitales, la pérdida de bosques nativos en el norte de la Argentina alcanzó las 114.716 hectáreas durante el 2020. “Estamos ante una emergencia sanitaria, climática y de biodiversidad”, advierte la organización.

Ni la pandemia pudo frenar a las topadoras. Según el reporte de Greenpeace, realizado mediante la comparación de imágenes satelitales, la pérdida de bosques nativos en el norte de la Argentina alcanzó las 114.716 hectáreas durante el 2020, superando la desforestación del año anterior.

A pesar de las restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19, Santiago del Estero arrasó 32.776 hectáreas; Jujuy 30.071; Salta 20.962; Formosa 17.779 y Chaco otras 13.128.

Las emisiones generadas por la deforestación en esas provincias fueron de alrededor de 20 millones de toneladas de CO2, lo que equivale aproximadamente a 4,5 millones de vehículos en circulación durante un año.

“Estamos ante una emergencia sanitaria, climática y de biodiversidad. Más deforestación significa más cambio climático, más inundaciones, más desalojos de comunidades campesinas e indígenas, más desaparición de especies en peligro de extinción y más enfermedades”, destacó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.

En un comunicado, la organización ambientalista señaló que “la conservación de estos ecosistemas juega un rol clave en la mitigación del cambio climático. Sólo los sectores Agricultura, Ganadería, Silvicultura y Otros Usos de la Tierra representan el 37% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del país”.

Cerca del 80% de los desmontes se concentran en el norte del país. Las principales causas de la pérdida de bosques nativos son el avance de la frontera agropecuaria (para ganadería y soja transgénica) y los incendios forestales provocados por la intervención humana.

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“Resulta evidente que las multas no son suficientes para desalentar desmontes e incendios forestales; y los responsables rara vez son obligados a reforestar. En muchos casos es clara la complicidad de funcionarios. Frente a esta grave situación, necesitamos que en forma urgente se prohíban y penalicen los desmontes y los incendios forestales”, afirmó Giardini y agregó que “es muy preocupante que el gobierno de Salta en apenas un mes esté por aprobar desmontes por más de 28 mil hectáreas, una superficie superior a todo lo que se desmontó el año pasado en esa provincia”.

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