Fuentes policiales le detallaron a Diario Popular que se consumió un aproximado de 80 tipos distintos de drogas en fiestas clandestinas que se celebraron durante la Navidad y la previa.

Luego de una Navidad más que peculiar para todos los argentinos debido a la pandemia del coronavirus, trascendió que se consumieron un aproximado de 80 tipos distintos de drogas en fiestas clandestinas o encuentros, en tanto que especialistas alertaron que el panorama será peor en Año Nuevo y el resto del verano.

La pandemia pareció no existir en la primera etapa de las fiestas. Días atrás, miles de personas inundaron los principales centros comerciales del Conurbano y Capital Federal e incumplieron con las medidas sanitarias correspondientes para prevenir contagios de Covid19.

Y Nochebuena no fue la excepción. Jóvenes sin barbijo, reuniones que exceden el máximo permitido por las autoridades nacionales y el consumo de sustancias ilícitas fueron algunas de las características de una Navidad que estuvo lejos de ser lo que debería haber sido.

En este contexto, fuentes policiales detallaron que se consumieron un aproximado de 80 tipos distintos de drogas en fiestas clandestinas que celebraron la Navidad.

Este dato fue también confirmado por el licenciado en Seguridad Pública Luis Vicat, quien aclaró que, incluso, «es muy difícil determinar la cantidad de drogas» que hay en estas fiestas, porque «es muy difícil detectar los laboratorios que hacen estas sustancias ilícitas».

«En estas fechas aumenta exponencialmente el consumo de sustancias, como el alcohol, la marihuana y cocaína. Luego hay una irrupción feroz y salvaje con las drogas de síntesis, las cuales deben preocuparnos porque va a aumentar el consumo», agregó.

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Bajo esta línea, Vicat hizo hincapié en el éxtasis, una droga cuyo consumo suele dispararse en estas festividades. «El éxtasis es la madre de las drogas de síntesis. El tema de esta droga es que, cambiando un solo ingrediente de la fórmula, inmediatamente se fabrica una droga nueva, cuya formulación no está identificada previamente», explayó.

Además, el licenciado en Seguridad Pública adelantó que «Año Nuevo va a ser igual o peor, porque tiene otras características». «La prueba de ensayo fue Navidad, en cuanto al no distanciamiento y el no cumplimiento de los protocolos, que nos van a llevar a una segunda ola a partir de marzo. Entonces, yo pienso que va a haber un poco más de consumo en esta festividad», comentó.

Respecto a la delincuencia, alertó que, «con el tema de las drogas de síntesis y el aumento de precio que va de la mano del aumento general, evidentemente va a haber necesidad de efectivo, entonces esto está relacionado con el aumento de la inseguridad». «Uno de los factores del seguro aumento de la delincuencia en las fiestas es la necesidad de efectivo para el consumo de drogas», concluyó.

Por su parte, el presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), Claudio Izaguirre, afirmó: «La realidad es que se trata de un número aproximadamente actualizado (el de 80 tipos de drogas consumidas en Navidad) de las sustancias que pueden acceder los jóvenes hoy. El inconveniente es que, en la persona, no sabe lo que consume ni cuál es el efecto último que va a tener la sustancia en el cuerpo».

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«Sí sabe qué le va a pasar en el tiempo de consumo, pero cuando va desapareciendo ese efecto inicial, sobrevienen los efectos físicos y aparecen situaciones complicadas que tienen que ver con el sistema nervioso central que resulta altamente afectado. Aparecen, entonces, los paros cardiacos, el mal de Parkinson y otros problemas en el sistema respiratorio y cardiovascular», añadió Izaguirre.

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