Toda persona que tome parte en el tránsito como conductor, pasajero o peatón, debe dirigirse en forma que no obstaculice, perjudique o ponga en riesgo a las demás y debe conocer y cumplir las normas y señales de tránsito que le sean aplicables, así como obedecer las de tránsito vigentes.
Por tal motivo, es importante recordar cuáles son las medidas preventivas más importantes para evitar accidentes de tránsito que pongan en riesgo nuestra vida o la de otras personas.
En este sentido, en el caso de quienes conducen vehículos, deben respetar las señales de tránsito, que son elementos físicos empleados para indicar a los usuarios la forma correcta y segura de transitar por la vía pública y que les permiten también tener información previa de obstáculos y trayectorias alternativas.
Asimismo los conductores deben chequear el estado del vehículo siempre, pero sobre todo antes de emprender un viaje largo. Para ello es necesario comprobar presión y estado de los neumáticos, respuesta de los frenos, nivel de aceite y de agua, y funcionamiento de las luces.
Por otra parte, las estadísticas demuestran que una persona que en un accidente es despedida de su auto tiene cinco veces más probabilidades de morir que una que se mantiene dentro.
Además, la mayoría de las heridas que se producen en los siniestros viales son el resultado de impactos contra distintos elementos del habitáculo, como pueden ser el volante, el tablero de instrumentos o el parabrisas. Por tal motivo, se debe usar siempre el cinturón de seguridad y respetar los límites de velocidad recomendados, manteniendo una distancia considerable entre los autos que circulan, no olvidando emplear las balizas siempre antes de detener el vehículo.
Evitar el uso del celular en cualquiera de sus funciones, es de suma importancia, no sólo por la distracción que genera, sino porque el conductor debe tomar el volante con ambas manos.
Asimismo, no se debe conducir bajo los efectos del alcohol, ya que está comprobado que, aún bajo el efecto mínimo de esta sustancia, los reflejos no son los mismos.
El alcohol produce una depresión del sistema nervioso central, deteriorando la función psicomotora y la percepción sensorial, y modificando el comportamiento del individuo que muchas veces se traduce en una falsa sensación de seguridad y una toma de mayor riesgo.
Los niños deben viajar siempre atrás con el Sistema de Retención Infantil (SRI) adecuado según su peso y estatura.
Conducir un vehículo es una acción compleja que nos exige mucho más de lo que parece, involucrando al conductor psicológica y físicamente. Por ello, un desempeño correcto depende, no sólo de las habilidades adquiridas por el conductor para dominar su vehículo en todo tiempo y circunstancia, y del adecuado estado físico para poder percibir adecuadamente las situaciones del camino, sino que también de la experiencia, de la clara conciencia de los riesgos de moverse en el sistema del tránsito, y de la madurez y equilibrio emocionales, que harán posible el desarrollo de actitudes y comportamientos seguros.

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