Tensión en Juntos por el Cambios tras la reaparición del ex presidente
El título no augura nada bueno a quienes, dentro del espacio, quieren a un Macri jubilado o que no interfiera con la reconstrucción de Juntos por el Cambio en torno a nuevos dirigentes. No parece ser la idea del ex presidente: si bien dijo que no se ve como candidato el año que viene, tampoco lo descartó del todo, y aunque elogió a Larreta, también alentó una interna entre él y Alfredo Cornejo, posible candidato del radicalismo.
El raid mediático de Macri le trajo una discusión no en el mejor tono con Elisa Carrió. «Ellos tienen una relación sincericida. Se dicen de todo», la disculpaban en la Coalición Cívica. Lo cierto es que tuvieron un diálogo en mal tono, donde ella le reprochó que esté alentando la polarización en un momento de la Argentina que ella considera crítico. Le planteó que está invitando a que se generen situaciones de violencia, por mera especulación electoral. El ex presidente y su aliada terminaron mal esa conversación y no se volvieron a hablar.
Cerca de Macri no quisieron hacer comentarios al respecto. En el entorno de Carrió dejaron en claro que no es personal, pero que hay una clara diferencia de estrategias: «Lilita cree que hay sectores en Juntos por el Cambio que apuestan al ‘cuanto peor, mejor’. Y piensa que eso favorece al kirchnerismo. Hay que ser prudentes».
Además de las conversaciones privadas, Macri recibió comentarios negativos que fueron públicos. El primero vino del monzoismo, luego de que Macri señalara a Monzó y a Rogelio Frigerio como dos de los responsables de su fracaso. El ex número dos del Ministerio de Interior Sebastián García de Luca lo cruzó a Macri y reinvindicó la tarea de sus armadores políticos. En las últimas hora lo siguió Nicolás Massot, quien discutió la idea de Macri de que su problema fue «haber delegado la negociación en el ala filoperonista». «No se trató de un problema de delegación, se trató de un problema de subestimación de la política», le retrucó Massot en C5N.
«Con todos los errores que pudimos haber cometido, nosotros entendimos que él estaba conforme. En 2017, el propio presidente me llamó para pedirme que vaya a tres programas de televisión a defender la reforma previsional. Macri reconocía en Frigerio y en mí a hombres que defendían su gestión en los medios«, advirtió Massot.
No fue el único en diferenciarse de Macri: el vicejefe Diego Santilli sostuvo que Frigerio y Monzó eran personas valorables dentro del espacio político. El radical Ernesto Sanz aseguró que la autocrítica de Macri había pasado más a ser una crítica.
Otros se mordieron los labios, como el jefe del gobierno porteño o la ex gobernadora bonaerense. De forma sugestiva, ambos faltaron al último Zoom de Juntos por el Cambio, el martes de la semana pasada, que ocurrió luego del banderazo opositor y de que Macri diera su primera entrevista. A este gesto de distanciamiento se suman nuevos: las reuniones del espacio, que eran todos los lunes, ahora se distanciarán y se harán cada quince días. El objetivo es que no vuelvan a estallar las internas, como cuando –en los primeros meses de la cuarentena– Macri intentó reeditar las reuniones de la mesa chica del PRO de los lunes y terminó recibiendo más pases de factura que otra cosa.