Tras la reapertura de locales gastronómicos, también volvió la modalidad de los arrebatos o golpes rápidos. Datos, características de los episodios y el análisis del especialista Luis Vicat.
Luego de que tres delincuentes armados asaltaran a una quincena de clientes que se encontraban en las mesas de la vereda de una cervecería de la localidad bonaerense de Lanús, salió a la luz que, en las últimas dos semanas, hubo una alarmante estadística de 750 robos «piraña» en bares y restaurantes de la provincia de Buenos Aires y CABA.
Dicha estadística trascendió en el marco de una ola de asaltos piraña que se registró en diversas localidades de Provincia y barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, el disparador fue un robo acontecido el pasado miércoles en Lanús.
Si bien no hubo víctimas mortales, un joven de 22 años resultó herido luego de que uno de los delincuentes lo golpeara en la cabeza con un arma. Tras escapar, los «pirañas» a bordo de un Volkswagen Vento gris- efectuaron un disparo al aire que no hirió a ningún cliente.
En este contexto, fuentes policiales le confirmaron a Diario Popular que, en las últimas dos semanas, se cometieron más de 750 robos de este estilo en la Ciudad y en Provincia, es decir, 50 asaltos «piraña» por día.
Mayor actividad delictiva durante fines de semana
Sin embargo, aclararon las fuentes, la mayoría de estos ilícitos se dieron en días de fin de semana, cuando la actividad en los locales gastronómicos es mayor y, por tanto, el «botín» de los malvivientes es más grande.
Al respecto, el licenciado en Seguridad Pública, Luis Vicat, precisó que «este tipo delitos, que combina el arrebato con los motochorros, es predatorio y de oportunidad», al tiempo que advirtió que «era previsible que aumentara de la mano del relajamiento de algunas medidas estrictas de la cuarentena».
«En este tipo de robos, lo que se arrebata son los celulares, billeteras, carteras, morrales, mochilas y todo lo que esté a la vista colgado de la silla o arriba de la mesa. Hoy se observa que se roba puntualmente lo que se traduce en dinero o puede convertirse en dinero», explayó Vicat a este medio.
Bajo esta línea, alertó que, al haber un distanciamiento entre mesas por motivos de sanidad a raíz de la pandemia del coronavirus, existe una nueva ventaja para estos delincuentes. Es que, continuó, esto «facilita» que los delincuentes «piraña» puedan acercarse a las mesas que están en la vereda, robar y escapar más rápido.
Respecto al modus operandi, aseveró que «los delincuentes no necesitan llevar a cabo demasiada inteligencia» a la hora de realizar un robo piraña, ya que «solo necesitan saber dónde están las zonas de los boliches, a qué hora hay más gente y arrasar».
«También se ven casos de robos a pie por parte de pirañas. De repente se concentran en el lugar varias personas, arrebatan dos o tres mesas; se van corriendo y se separan a las pocas cuadras, lo cual los hace más difícil de encontrar», añadió.
Artículos robados se venden por redes sociales
En tanto, Vicat destacó que muchos de los productos robados terminan en las redes sociales, donde son vendidos. Según investigó este medio en diversas plataformas sociales tales como Facebook e Instagram, generalmente los compradores no suelen tener conocimiento de la oscura procedencia de estos objetos.
En promedio, son publicados a precios muy inferiores que los habituales, alegando que el bajo costo se debe al uso o estado del producto en cuestión. Algo semejante sucede en plataformas de venta online, donde es prácticamente imposible corroborar la procedencia de los objetos.
¿El resultado? Estos asaltos se «capitalizan» en dinero fácil y rápido para estas bandas de malvivientes, quienes venden de forma rápida los productos robados en internet.
Por este motivo, el especialista en seguridad confirmó que, en promedio, lo que más se vende en las redes son «celulares, mochilas, bolsos de cuero caros, entre otros productos robados», concluyó.
