Dudas entre los hipotecados sobre qué pasará con sus préstamos
Convergencia. A partir de febrero las cuotas comenzarán a descongelarse, y habrá un plan de convergencia hasta julio de 2022, para evitar un salto que podría ser de hasta el 70 por ciento en la cuota, de un mes a otro (por la inflación del período, por la deuda acumulada, y por la cuota congelada en el último tramo del gobierno de Cambiemos). Con este esquema, entre febrero 2021 y julio 2022, las cuotas aumentarán un 168 por ciento, entre la inflación (según Rem) y lo ajustado por el plan de convergencia, según un informe realizado por el economista Federico González Rouco.
Beneficiados. Algunos hipotecados se preguntan si ingresan en el congelamiento, debido a que la primera versión oficial del gobierno fue que la prórroga iba a ser hasta las viviendas de 120 mil uvas, pero finalmente será para todo el universo. El Banco Central, que pasó en limpio varias de las dudas que surgen de la prórroga del decreto 319, publicado este viernes en el Boletín Oficial como decreto 767.
Congelamiento. La nueva normativa establece que el congelamiento del valor de las cuotas (al mes de marzo), la suspensión de ejecuciones, la prescripción y caducidad de procesos de ejecución y las inscripciones registrales se extienden hasta el 31 de enero.
Deuda impaga. Las deudas acumuladas por la diferencia en el monto de las cuotas no se pagarán en cuotas cuando se produzca el descongelamiento. Por el contrario, se pasarán a uvas y se capitalizarán para el final del crédito. “En los hechos funciona como una extensión de plazos sin intereses”, explicaron desde el Banco Central. Lo mismo ocurrirá con las deudas por falta de pago, pero con intereses compensatorios. En el congelamiento entre septiembre 2019 y febrero 2020, las deudas fueron absorbidas por el Estado, por un monto de 690 millones de pesos.
Ingresos. La nueva normativa establece que va a haber una instancia para configurar la situación cuando a los clientes la cuota les significa mas que el 35 por ciento del ingreso. Los hipotecados se preguntan si ese excedente se prorratea, se pasa a uvas, o cómo se pagará. “Son instancias que deberá resolver cada banco, considerando la normativa ya vigente”, indicaron desde el Banco Central.
Modificaciones
Los créditos hipotecarios uva fueron lanzados en abril de 2016, impulsados por el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. A partir de 2017, los créditos experimentaron un boom y las ventas en agosto de ese año fueron las más altas de la última década. Con la megadevaluación que comenzó a partir de 2018, se créditos se frenaron, dado que se otorgaban en pesos, y con las propiedades en dólares, el monto ya no alcanzaba en medio de la corrida.
Las ventas de propiedades en febrero 2019 significaron el peor mes en una década, y para diciembre de 2019, llevaban 12 meses consecutivos en caída. Días antes de abandonar el poder, el expresidente Mauricio Macri envió un proyecto de ley para cambiar la esencia de los créditos uva: de aprobarse, pasarían a actualizar por variación salarial. Esta es una de las posibles soluciones que plantean los hipotecados, para salir de la indexación por precios, un país con inflación crónica.
Es que el crédito indexa por inflación, lo que significa que requiere un ingreso menor a los tradicionales para ingresar, pero que fue un dolor de cabeza tras dos años de inflación récord. A mediados de 2018, se flexibilizaron las condiciones para que se cumpliera con la relación cuota-ingreso. En octubre de ese año se aplicaron topes en los aumentos.
Luego, para los hipotecados uvas de los Procrear se puso en mayo 2019 un seguro por el 1,5 por ciento de la cuota en caso de que se dispararan. En agosto de 2019, se congelaron las cuotas. En diciembre de ese año, se prorrogó por un mes más. En febrero 2020 se aplicó un plan de convergencia, que quedó en pausa, dado que en marzo hubo un nuevo congelamiento. Ahora, el congelamiento se prorrogó y en febrero 2021 habrá un segundo plan de convergencia en menos de dos años.