La red de contención para los más vulnerables

En los primeros seis meses de 2020, el Ministerio de Desarrollo Social destinó cuatro veces más plata para alimentos que el gobierno de Cambiemos en todo 2019: se pasó de invertir 15 mil millones de pesos en todo 2019, a más de 60 mil millones en el primer semestre de este año. Estos son algunos de los datos que arroja un informe realizado por la cartera de Desarrollo. El ministro Daniel Arroyo indicó que “en los próximos seis meses vamos a seguir del mismo modo», y adelantó que «si bien hoy el Ministerio destina, en proporción, un 90 por ciento de los recursos a la asistencia alimentaria y un 10 por ciento al trabajo, queremos que a fin de año sea 50 y 50, y que el año que viene el eje central y más importante sea el trabajo”.El informe detalla la inversión que realizó el Ministerio durante los últimos seis meses en alimentos, en función de las distintas políticas públicas. La Tarjeta Alimentaria fue la que más proporción de este presupuesto implicó, con unos 44.567 millones de pesos repartidos en 1,5 millones de tarjetas distribuídas en todo el país. Según el informe, «los fondos acreditados a los titulares a junio 2020 son ocho veces superiores a los destinados en todo 2019 a la totalidad de las tarjetas y módulos financiados desde Nación». En segundo lugar, están los comedores escolares en los que, según explicaron, «los fondos transferidos a la fecha representan más del doble que los pagos realizados durante todo el ejercicio anterior. Se pasó de 2.700 millones a 6 mil millones de pesos».

“Estas cifras reflejan un cambio de prioridades en el gobierno», puntualizó la secretaria de Inclusión Social del Ministerio, Laura Alonso. Su área fue la encargada de elaborar el informe. «Argentina contra el hambre fue un eje que se planteó desde el primer día que asumió el gobierno de Alberto Fernández. Esa convocatoria se tradujo en políticas públicas concretas que, como demuestra el informe, tuvieron un correlato en el financiamiento destinado a ello”, explicó.

Alonso destacó que el escenario de la pandemia profundizó una realidad que ya era delicada. «Nosotros asumimos el gobierno con una emergencia alimentaria votada por el Congreso de la Nación y la pandemia empeoró esa situación existente”, remarcó. En la misma línea, Arroyo indicó que “antes de la pandemia estábamos teniendo una inversión de cinco mil millones de pesos para alimentos por mes, y por la emergencia sanitaria pasamos a 14 mil millones. A eso hay que agregarle muchas de las nuevas políticas que hicimos de transferencia de fondos a provincias y municipios. La asistencia en alimentos antes de la pandemia llegaba a ocho millones de personas y ahora llega a once”.

El informe precisa que, en tercer lugar dentro de la distribución de recursos, se ubica la entrega directa de alimentos a organizaciones sociales. En esta categoría, afirmaron desde el Ministerio que «se alcanzó a cubrir las cantidades fijadas como meta para el período, unos 3.500 millones de pesos en el primer semestre de 2020». En cuarto lugar están los comedores, donde «las transferencias para el funcionamiento del programa a junio de 2020 resultan superiores en un 20 por ciento a las realizadas durante todo 2019″. Según Alonso, “hay una multiplicidad de acciones que se han desarrollado y que han permitido tener una cobertura federal para poder garantizar el derecho al acceso a la alimentación para los sectores que venían, previo a la pandemia, siendo vulnerados con la falta de ese derecho tan básico».

Además de la asistencia, desde el Ministerio se trabajó en la realización de registros que serán fundamentales para el futuro. En ese marco se encuadra la creación del Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (Renatep) y del Registro Nacional de Comedores y Merenderos (Renacom). Según explicó Arroyo, “creamos el Renacom hace quince días para que se vayan registrando los comedores con la intención de hacer una evaluación y descentralizar, porque creemos que ese es el mejor modelo ya que fomenta la economía local y mejora la calidad nutricional. Por otro lado creamos el plan Potenciar Trabajo, con el que apostamos a crear 300 mil empleos en los próximos meses”.

Alonso destacó que “todas estas políticas y líneas de asistencia van a tener continuidad», dado que «en este momento lo prioritario es poder acercar el plato de comida a los que lo necesitan». «También sabemos que una vez superada esta crisis profunda, junto con los espacios que están en el territorio, seguiremos trabajando para la reconversión de actividades y para fomentar el eje central de generación de inclusión social que es el trabajo”, añadió. Arroyo sostuvo que, para el semestre que está empezando, “calculamos que va a bajar un poco la cantidad de gente en los comedores en la medida que haya más changas y más actividad económica, pero no vamos a volver a los ocho millones, es decir a la situación anterior. Hay gente que quedó sin ingreso y muy complicada, por eso vamos a continuar con la asistencia alimentaria». A su vez, subrayó que «de a poco estamos pasando a otra etapa, en la que el eje central será el trabajo”.

Para el ministro la postpandemia implicará una salida vinculada a tres ejes. Además del plan Potenciar Trabajo, los otros dos puntos son: «un ingreso de base para gente que no tiene ingreso y la urbanización de los cuatro mil barrios populares del país, donde viven cuatro millones de argentinos». «Los tres combinan derechos y movimiento económico. La urbanización y el derecho a la vivienda son un gran plan de empleo; lo mismo es el derecho al ingreso en relación al consumo. Es tiempo de combinar derechos y reactivación económica”, concluyó.

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