El sistema educativo cambió y seguirá cambiando por la pandemia que impide a los alumnos asistir a las escuelas. En este contexto, en el que docentes y estudiantes dependen de los dispositivos tecnológicos y de una buena conectividad para aprender y enseñar, la desigualdad en el acceso y el aumento de la brecha digital se transforman en un tema central, preocupante. En diálogo con Página/12 el ministro de Educación, Nicolás Trotta, y el vicepresidente de el Ente Nacional de Comunicaciones, Gustavo López, explicaron las medidas que están tomando y los proyectos que se analizan para tratar de disminuir estas desigualdades. La idea de relanzar un plan de entrega de computadoras, la creación de un portal en el que se puedan realizar videollamadas gratuitas, la extensión del tendido de fibra óptica y la posibilidad de que cooperativas brinden servicio de internet en los barrios más humildes, son algunos de las estrategias que se espera poner en marcha.

Según un informe del Observatorio Argentinos por la Educación, en nuestro país 37 de cada 100 hogares no tienen acceso a internet fijo. En el nivel primario, uno de cada cinco estudiantes no cuenta con acceso a internet y tampoco el 15,9 por ciento de los estudiantes que finalizan la secundaria. “Para lograr la continuidad pedagógica es fundamental el contacto del docente con el alumno. Para eso uno de los aspectos centrales es el acceso a la tecnología y como Estado tenemos la responsabilidad de avanzar en procesos que garanticen un plan de conectividad, define Nicolás Trotta”. El ministerio a su cargo, junto con Enacom, buscan dar respuestas en el contexto de la emergencia. Ya se avanzó en un acuerdo con las empresas de internet para liberar la navegación en las páginas de educación de Nación, de las provincias y de las 57 universidades nacionales. Pero falta un largo trecho para garantizar el acceso a todas y todos a «la escuela en casa». 

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“Cuando analizamos los datos vemos distintos niveles de desigualdad, porque en un hogar, aunque haya conectividad, muchas veces la única herramienta para acceder es el celular”, describe Trotta. El Ministerio impulsará un programa similar al Conectar Igualdad, denominado Juana Manso, para la entrega de computadoras. “La semana pasada tuvimos una reunión con el Secretario de Industria, el presidente del Banco Nación, el Secretario General de la UOM, y con las cámaras que aglutinan a fabricantes de computadoras argentinas y nos están presentando un plan de producción para volver a entregar computadoras”, asegura el ministro. 

Mientras tanto, el Ministerio está distribuyendo computadoras que fueron abandonadas en un depósito por el gobierno anterior. Las primeras entregas se hicieron en el conurbano bonaerense y en provincias del norte, apuntando a las regiones que presentan los mayores niveles de vulnerabilidad socioeducativa. 

Otro de los problemas que surgen es que en las plataformas educativas que hoy son de acceso gratuito no existe la posibilidad de hacer videollamadas. Docentes y alumnos deben utilizar aplicaciones que requieren el pago de internet, como Zoom, Skype o WhatsApp. Otra idea en curso es avanzar en la creación de una nueva plataforma integral que haga posible la interacción entre docentes y alumnos, sin consumir datos

«La idea es generar una respuesta integral para permitir la gratuidad en toda la navegación. Eso tendrá un gran impacto democratizador», señala Trota. «Será un servicio público y gratuito. Para ello estamos trabajando con las provincias, Enacom y Arsat, a partir de Educ.ar”, asegura. Otro programa en curso es el lanzamiento próximo de créditos del Banco Nación a tasa subsidiada para que los docentes puedan comprar computadoras, una idea que surgió a pedido del sindicato de docentes privados (Sadop). 

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En la Ciudad de Buenos Aires comenzaron a entregar computadoras del Plan Sarmiento a los alumnos de familias beneficiarias de la AUH, aclarando que se hace en calidad de «préstamo» en el marco de la pandemia. Las entregas se realizan sólo si el padre o responsable del alumno lo solicita y luego de evaluar si cumplen con los requisitos necesarios. Enacom sumó la semana pasada 500 tablets para alumnos que viven en barrios populares de la ciudad y no acceden al Plan Sarmiento, mientras llegan los equipos de una licitación abierta. Con cuatro años de entrega de computadoras interrumpidos (actualmente sólo los chicos y chicas que van de quinto a séptimo grado tienen computadoras que les dieron en las escuelas), los avances son gotas en el mar. 

Otra de las principales desigualdades en CABA se da en el acceso a internet en los barrios más humildes, donde las empresas brindan servicios escasos. Frente a esta problemática. «Nos corresponde revisar los contratos para ver si las empresas brindan lo que dicen, pero también tenemos la obligación de dar conectividad como construcción de ciudadanía», asegura López. «Hay una decisión política del directorio de cambiar los reglamentos y que sectores como el cooperativo, puedan dar servicio en esos barrios, ya que hoy no pueden por una limitación del propio Enacom. Es una tarea a mediano plazo», promete. El proyecto más grande del ente es el de terminar la red federal de fibra óptica. «El objetivo es que en estos cuatro años de gestión todo el país llegue a estar conectado con el mismo servicio y la misma velocidad”, asegura López. Con una escuela que cambió y cambiará cuando se retome con modalidad presencial, solucionar los problemas de acceso tecnológico y de conectividad se vuelve un tema urgente.

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Informe: Melisa Molina.

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