Olguín, autor de títulos como «Oscura monótona sangre» o «Lanús», señala que «la cuarentena se parece mucho a como vive un escritor cuando está muy metido en un libro» y en su caso, pudo terminar la novela que continúa iniciada con «La fragilidad de los cuerpos» que tiene como protagonista a Verónica Rosenthal.

Sin embargo advierte que «es un poco molesto la cantidad de gente que pide que grabemos mensajes, hagamos vivos, contestemos entrevistas, como si estuviéramos de vacaciones. Seguimos trabajando, incluso más que sin la cuarentena. Probablemente cuando esto pase y todos vuelvan a sus actividades normales, los escritores podamos descansar. No veo la hora de que llegue ese momento».

A Liliana Escliar la cuarentena la encontró con una novela recién publicada, «Tumbas rotas»: «Publicar un libro en este contexto es, sobre todo, extraño. Imagino los ejemplares distribuidos decolorándose en las vidrieras de las librerías cerradas y me da muchísima tristeza. No sólo por mis libros sino por todos los lanzamientos de todos los autores: los de marzo, presos en las librerías, y los de abril, apilados en los depósitos. Todos publicamos con la ilusión de salir a encontrarnos y esta pandemia es un portazo en la cara».

Desde su casa de Córdoba, Andruetto dice estar «preocupada, triste pero no aburrida» y la propuesta que decidió aceptar fue la del poeta, traductor y ensayista Jorge Fondebrider, que la convocó, junto a personas de distintas partes del mundo, a ir elaborando un diario con anotaciones.

«Nunca supero una página y suelo mirar lo pequeño en el marco de lo grande», relata la autora y agrega que si bien al principio leía de manera voraz muchos ensayos, ahora está más abocada a la poesía o ficción: una novela llamada «De dónde viene la costumbre», Marie Gouiric, los cuentos de Diego Muzzio «Doscientos canguros».

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Yuszczuk había publicado en marzo por Blatt&Ríos todos sus poemas reunidos y en Barcelona acaba de salir una edición de su libro «Madre Soltera» por el sello Las afueras. Se interrumpió el recorrido de los dos libros pero afirma que «no es momento de pensar en eso», que no le parece tan importante.

En diciembre está prevista la salida de una novela suya que ya tiene lista y en este tiempo de cuarentena dice que al principio publicaba en instagram algunas lecturas de sus poemas pero ahora lo toma como un tiempo de espera.

«Uno está un poco de duelo por muchos motivos, me parece mas bien un momento para parar un poco, hacer un poco de silencio y ver qué pasa. Las impresiones y respuestas rápidas con respecto a esta cosa tan nueva no las veo tan interesantes. Cuando hay un período que no escribo me lo tomo con tranquilidad porque es algo que esta cambiando adentro de uno y se esta gestando los nuevos libros. Si bien tengo una idea para novela nueva, posponer eso no me parece algo tan terrible ni mucho menos», analiza.

Al momento de pensar en aceptar participar y visibilizar sus producciones, García Lao dice que si la convocan de una entidad privada, cobra y aclara: «Depende de la situación particular, y de mi energía. He ido a dar charlas en la Biblioteca Nacional sin cobrar un centavo, así como de la misma manera he visitado cárceles, escuelas…».

Andruetto señala que ha facilitado sus textos «a veces es por decisión propia, a veces por enunciativa de alguna institución» pero en general he respondido a pedidos y en todos los casos positivamente».

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