La solidaridad entre las mujeres subyace en la trama de la primera novela de Claudia Acuña, «No estás sola», que para construirla se paró desde la violencia y las situaciones de sometimiento que enfrentan las mujeres.

En diálogo con Télam, da cuenta de esas experiencias de la realidad que llevó a la ficción y que atraviesan la trama del libro.

– T: Hay una escena inicial en la novela en la que Ceferina, ex prostituta, produce un grito ensordecedor cuando El Asqueroso le propone sexo a cambio de aprobarla. ¿De dónde surgió la idea de proferir ese grito?

– C.A: Es una forma de alerta que vi enseñar a las prostitutas en Once, por parte de veteranas, para pedir ayuda cuando el cliente las pone en peligro, ya sea en un hotel, o en la calle, y de esa manera saben que si gritan alguien va a llegar para ayudarlas.

– T: Otra de las escenas impactantes es cuando las mujeres entran al quirófano a darle ánimo a otra que fue baleada y está al borde de la muerte.

– C.A: Esa situación existió, le sucedió a una compañera de la cooperativa de la revista MU a la que le pegaron tres tiros por la espalda y la atendieron, como digo en la novela, en el Hospital Paroissien: lo que hacen ahí los médicos y médicas son milagros. Salvan vidas todo el tiempo, para mí son los héroes de este momento, gente que pone el cuerpo por la nada. Ahí he visto a las médicas descalzas porque les roban las zapatillas en la entrada, pero pese a eso no las para nadie, sacan pacientes adelante con lo que tiene o lo que no tienen.

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– T: ¿A qué responde el uso de nombres como Doctor Hot, El Dron, o El asqueroso en la novela?

– C.A: Es un poco el avatar (identidad virtual) y es una forma de juzgar no a las personas sino a sus funciones y también tiene que ver con una época en la que en las redacciones nos manejábamos con códigos para aflojar, como una forma de resistencia ante algún personaje desgradable. Las pocas mujeres que estábamos en la redacción poníamos apodos para poder comunicarnos y saber de quién estábamos hablando sin que los demás se dieran cuenta. Por otra parte El Dron es un aparato, no una persona, y es manejado por alguien más arriba. Trabajé con lenguajes de la cultura de la resistencia.

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