La labor solidaria de distintas entidades continúa, pero buscan que no se acumulen los beneficiados y adoptan precauciones entre sus voluntarios.

La pandemia de coronavirus y las medidas adoptadas por las autoridades para evitar más casos está cambiando la forma de la asistencia alimentaria que brindan distintas entidades en el distrito.

Las que continúan con la labor vienen implementando restricciones, como evitar concentraciones de gente, cuando la ayuda se ofrece en la vía pública, y en el caso de comedores, que reciben mayoritariamente a niños, la mayoría han optado por entregar viandas a los adultos que representen a las distintas familias.

En el caso de Manos a la Olla, que todos los jueves ofrece un plato de comida en Avenida de Mayo y Rivadavia, en pleno centro de Ramos Mejía, uno de sus responsables, Diego Gatto, señaló a este medio que «decidimos seguir, bancando la ayuda, pero con algunas restricciones. Vamos a estar con alcohol en gel y algunos barbijos», anticipó en referencia al operativo que realizarán esta noche como todos los jueves.

Participación limitada

Agregó que «no participarán nuestros voluntarios que tienen más de 60 años, que son varios, y quienes pertenecen a grupos de riesgo. Y en vez del sistema de cocineros rotativos con que contamos, a quienes les veníamos suministrando la olla y los insumos básicos, la comida la prepararemos nosotros mismos».

Gatto puntualizó que entregarán el alimento con rapidez «para que no se acumule mucha gente», y añadió que «no habrá la charla, el abrazo, el beso que forma parte de nuestra labor; sí vamos a concientizar a la gente sobre la necesidad de que cumpla con las distintas medidas, más allá de la dificultad que tiene la gente en situación de calle, que se encuentra en una situación de mucha vulnerabilidad».

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El integrante de Manos a la Olla precisó luego que el número de concurrentes al cruce de Avenida de Mayo y Rivadavia no se modificó el jueves pasado respecto a una semana antes «pero calculo que ahora se reducirá».

En tanto, desde el merendero y comedor Las Manos Solidarias, de Isidro Casanova, resolvieron implementar la asistencia de las familias que concurrían al comedor a través de la entrega de viandas.

La misma se realiza a un adulto responsable por familia, evitando traer a los niños, aplicándose estrictas medidas de bioseguridad, según se precisó desde la institución. Una situación similar se registra en el comedor Piecitos Mojados de Virrey del Pino, donde se entregan viandas de comida y de postre para las familias.

Se trata de un comedor que recibe donaciones de la comunidad, y que en los últimos días viene registrando una fuerte merma en la recepción de alimentos, como verduras, fruta y leche, por lo que las viandas comienzan a incluir pan dulce y galletitas que tenían guardados, según precisó la responsable de la entidad, Olga Parraz.

«Es una situación complicada, porque hay muchos niños con hambre», puntualizó, al tiempo que indicó que «no me voy a quedar en casa sabiendo que hay muchas familias necesitadas, por lo que seguiré gestionando la donación de mercaderías, para continuar haciendo la comida».

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