El gobernador Axel Kicillof inauguró este lunes el período legislativo 2020 y brindó su mensaje a diputados y senadores bonaerenses, además de funcionarios, intendentes y representantes del Poder Judicial presentes en la Legislatura. Durante cien minutos en los que no abundó en grandes anuncios pero sí en un pormenorizado detalle de la situación heredada, el mandatario insinuó un pedido para que se revise el cálculo de coparticipación que desde hace décadas perjudica a la provincia y sobre el final reclamó ser socio del proyecto Vaca Muerta y que Buenos Aires sea consideara una «provincia petrolera».
Entre los platenses presentes está el intendente actual de La Plata Julio Garro, y el ex intendente y actual ministro de Justicia Julio Alak, además de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
“Tenemos que celebrar que los niños y las niñas pudieron empezar las clases y fue posible por voluntad política de los bonaerenses expresada a través del voto” fue parte de las primeras líneas trazadas por el gobernador después de recordar que hace 82 días en los que asumió y en los que “pese a las dificultades” consideró que “la provincia se puso en marcha”.
Inmediatamente empezó a delinear la fotografía del estado en el que estaba la provincia cuando asumió. “Hemos encontrado una situación de abandono” fue la síntesis. Y lo graficó con la situación de deterioro del edificio de la Gobernación. “Empezar a recuperar lo que se ha perdido y salir del estado de abandono” es el objetivo que mencionó.
La explosión turística en los meses de verano ocupó parte del primer tramo del mensaje y ahondó en las causas. Aportó su interpretación: “La certidumbre que dieron varias de las decisiones de los gobiernos nacional y provincial”. Habló del valor del peaje y de las naftas, de las tasas de interés y de los programas turísticos con actividades libres y gratuitas. “Se tomaron medidas para que esto fuera así, no es que no había nada que hacer. Si sabemos a dónde apuntar vamos a dar vuelta esta crisis y vamos a poner de pie a la Provincia”.
“DÓNDE ESTAMOS PARADOS”
En el tramo siguiente Kicillof aclaró que no alcanza con una buena temporada. Y empezó a hablar del escenario con el que se encontró y mencionó el concepto de “tierra arrasada” que también mencionó el presidente Alberto Fernández. “La Provincia es víctima preferencial del neoliberalismo”, dijo y por eso reclamó “un nunca más para el neoliberalismo”.
El Producto cayó un 5,1% en la Provincia pero la actividad industrial esa caída cayó al 10%, según el gobernador quien abundó en cifras más profundas en algunos sectores, lo cual repercutió en la caída de los ingresos.
Que hay 6,6 bonaerenses bajo la línea de pobreza lo que representa el 38,4% o que según UCA el 63% de las niñas y niños están bajo esa línea, son dos conceptos con el que graficó la situación.
Política de salarios básicos, tasas altas, apertura de las importaciones y ajuste monetario y fiscal son las variables que puso sobre la mesa a la hora del diagnóstico.
“A resolver los problemas, a no esquivar el bulto, aunque los diarios operen” dijo al mencionar como ejemplo la mesa de diálogo que abordó la situación en las cárceles de la provincia de Buenos Aires con el que se levantó una huelga de hambre.
El párrafo siguiente fue dedicado al aumento en la luz que dispuso su antecesora María Eugenia Vidal después de las elecciones de octubre. “Dije que iba a suspender el amento pero fue mucho más que eso. El31 de enero firmó un acta con los empresarios donde acordó suspender el aumento de la tarifa por seis meses. Pero fuimos más allá, porque acordamos revisar las tarifas porque una parte de la tarifa están en dólares sin justificación”.
“Queremos ver también si se cumplieron las inversiones y cuáles han sido las ganancias de las empresas, porque no se puede beneficiar a un sector acostilla de los trabajadores”, dijo en el primer tramo exaltado que motivó los aplausos desde las barras.
Volvió rápidamente a la pobreza y a la aplicación de la tarjeta del plan “Argentina contra el hambre” que en territorio bonaerense tendrá 590 mil asistencias en la provincia de Buenos Aires. “Y el Banco Provncia se convirtió en el principal operador de las tarjetas” exclamó.
La oposición fue blanco de la crítica cuando habló del tratamiento de la Ley Impositiva a principio de su mandato, cuando se forzó una modificación al proyecto orirginal o cuando tuvo que afrontar el primer vencimiento de deuda del 26 de enero, los dos temas que lo tuvieron como foco de tensión.
Sobre el último punto remarcó que su acción está en línea con el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán. Cuestionó que Vidal acrecentó la deuda y acortó los plazos. En ese marco explicó que su decisión fue la de empezar una negociación con los tenedores de bonos.
“Nuestro parámetro no es lo que diga la prensa porteña o lo que se pueda usar para chicanear o no. No es una negociación agresiva o amistosa el problema es la deuda insostenible, porque como la dejaron es insostenible y la deuda no puede poner en riesgo el aparato productivo de la Provincia”, dijo.
Educación y salud también fueron aspectos abordados por el gobernador para plantear la herencia recibida. Habló del plan de infraestructura para recuperar las escuelas y de la situación de abandono de la flota sanitaria y de los hospitales donde había equipos rotos o dosis de vacunas que se vencieron. La crítica situación del IOMA y la parálisis del Instituto Biológico que produce medicamentos.
La reivindicación del programa para «Arriba Pymes» y del uso del Banco Provincia para la reactivación fueron también ejes del mensaje al momento de hablar de la producción. Al igual que la “amplia moratoria” lanzada por ARBA para frenar los embargos “que empujaban a los empresarios fuera del sistema”. “Había como un ataque a la pequeña empresa y a la producción nacional”, dijo.
La red de rutas y camino y las mejoras que requiere se entrelazó en el discurso con el déficit de vivienda ocupó el inicio del tramo final del discurso de Kicillof. “Hay que invertir más en vivienda, en vialidad y en agua y saneamiento” expresó. “Desde el día uno comenzamos a trabajar que el 100% del financiamiento se invierta en obras”, expresó y reclamó eficiencia y agilidad en la resolución.
En otro tramo el gobernador aportó dos datos con los que pretendió graficar la situación de la provincia de Buenos Aires: El 60% de los desocupados del país y el 55% de las personas bajo la línea de la pobreza está en la provincia de Buenos Aires.
Fue el preludio para insinuar un pedido que no terminó de concretar vinculado con la coparticipación que recibe en comparación con otros territorios.
El ejemplo que eligió no es casual: la suma de los que coparticipa la provincia a los 135 municipios fue en 2019 de 385 mil millones de pesos y el Presupuesto de la Ciudad de Buenos Aires fue de 350 mil millones. La Provincia tiene 17 millones de habitantes contra los 2,8 millones de porteños.
“Qué podemos hacer para que se termine esta situación de inequidad que hace que no podamos atender las prioridades”, se preguntó y reclamó “solidaridad para ser equitativo, no queremos pelearnos con nadie, pero queremos atender los problemas de la Provincia”, dijo en en lo que pareció un llamado a los otros mandatarios provinciales.
También rechazó cualquier planteo de división de la Provincia. “No la van dividir, ni a cortar ni a amputar. Porque es viable, poderosa y vigorosa”, exclamó.
Y después de reclamar por la identidad bonaerense al cumplirse 200 años de historia sorprendió con planteo de convertir a Buenos Aires en una provincia petrolera. “Convertir a Buenos Aires en una provincia petrolera porque el 80% del petróleo se destila en la provincia de Buenos Aires”. La síntesis del planteo es que por eso deber “ser socia del desarrollo de Vaca Muerta”.
