Milán, Italia – La moda vive de la fantasía. Suele mostrarnos aquello que queremos ser, quién queremos ser. A veces, sin embargo, las historias que esta nos cuenta son personales, parte de un intento del diseñador de mirarse con nuevos ojos.
La colección otoño-invierno 2021 del diseñador italiano Marco de Vincenzo nace de esta mirada renovada, de un juego infantil de agrandar las cosas, de cambiar las proporciones. Tratando, tal vez, de hacer real la magia de cuentos como Alicia en el país de las maravillas y de crear un lugar en el mundo para los sueños de la infancia.
“MACROmicro” se titula, e inicia con el taco de un stiletto agrandado en una máquina fotocopiadora, con un broche vintage que de ser una pequeña flor pasa a ser más bien un ramo. Hay algo de nostalgia en este juego, como el volver a un lugar de los recuerdos de la infancia: esa calle que parecía eterna tiene tan solo cien metros; lo que se creía una catedral enorme es, en realidad, una pequeña capilla.
Con una remera polo del diseñador convertida en sweater, pequeñas lupas como accesorios y mini vestidos a forma de helado, la mujer de Marco de Vincenzo es joven y ligera, como recién salida de la casa de muñecas para recordarnos que la moda es, ante todo, diversión.
La marca, fundada en 2009 luego de que el diseñador inicie su carrera en la moda en Fendi, es una materialización de la memoria: 100% italiana pero tan universal que bien podría provenir de todas parte. Con algo de ingenuidad, nos muestra otra cara del diseño que se ve en Milan Fashion Week, una cara más honesta, más humana y más real. Marco de Vincenzo pone la fantasía a nuestro alcance y nos da unas pequeñas lupas para que juguemos. Para qué más existe la moda si no.
