Cervecería y Maltería Quilmes acaba de ampliar su negocio en el mercado de cervezas y ahora también comenzará a competir en la venta de vinos. La empresa anunció este lunes que adquirió la bodega Dante Robino, que cuenta con más de 100 años de historia en el mercado vitivinícola y marcas como Dante, Capriccio, Novecento, Atelier. Sin embargo, no trascendió el monto de la operación.
La compra incluye todos los productos de la bodega y también sus viñedos ubicados en el distrito de Perdriel, departamento de Luján de Cuyo, Mendoza. El portafolio de Dante Robino incluye vinos y espumantes de media y alta gama, con precios de venta que van de los $200 a los $1.200. La bodega cuenta hoy con una capacidad de producción de 11,5 millones de litros y sus nuevos dueños planean duplicarla en los próximos años.
Desde Quilmes, destacaron que los 74 empleados que trabajan hoy en Dante Robino continuarán trabajando para la empresa y también mantendrán a los 60 productores que les proven la uva. “Después de 130 años de historia, estamos entrando en una nueva categoría. Es la primera vez que incursionamos en el negocio del vino porque nunca antes tuvimos de forma directa una bodega”, señaló Martín Ticinese, presidente de Cervecería y Maltería Quilmes en diálogo con Infobae. Aunque detalló que en los últimos meses realizaron algunas pruebas muy chicas con vinos en lata con la marca Blasfemia y un vino de tapa a rosca en botella individual de 375 mililitros, con la marca Root, para las generaciones más jóvenes.
“Dante Robino es una bodega relativamente chica, que tiene menos de un punto del mercado de participación. Nuestra idea es duplicar el tamaño de la bodega en los próximos dos a tres años. La intención es mantener el portafolio de la bodega, que hoy tiene 37 variedades distintas de productos, y a futuro pensar innovaciones”, destacó Ticinese. Desde Quilmes aseguran que ahora los productos de la bodega pasarán a tener una mejor distribución en el mercado, especialmente en los supermercados y las plataformas digitales, lo que les dará una importante “palanca” adicional.
El año pasado, fue complicado para el mercado de las cervezas, en un contexto de caída general del las ventas de productos de consumo masivo. La categoría tuvo una baja del 7% en volumen. “Fue un año difícil para el caso de las cervezas. Al ser una categoría que no es un producto básico sufrimos una caída del volumen en un contexto de precios que crecieron por debajo de la inflación. Pero por otro lado, la apuesta de la marca es seguir invirtiendo y apostando por el desarrollo del mercado local”, señaló el directivo de la compañía.
Por su parte, el mercado del vino también viene con una tendencia negativo si se toman los últimos años. Sin embargo, el 2019 tuvo un leve crecimiento.
“Este nuevo negocio requiere una autonomía de funcionamiento para que pueda seguir estando la vocación por crecer. No es nada más creer que te va ayudar alguien más grande. Hacemos un paralelismo con lo que pasó en el mercado de las cervezas con las cervezas artesanales, que obligaron a las marcas a renovarse y salir a buscar plataformas de crecimiento. Podemos hacer lo mismo en el mercado del vino. Ignacio Squassini va a seguir estando como director ejecutivo porque creemos que tenemos que pasar por un montón de aprendizajes”, dijo Ticinese.
Cervecería y Maltería Quilmes fue fundada en 1890 y elabora, distribuye y comercializa cervezas, gaseosas, aguas minerales, jugos e isotónicos, en alianza con empresas internacionales como PepsiCo y Nestlé. La compañía cuenta con casi 6.000 empleados directos en la Argentina y diez plantas productivas. Forma parte del grupo global Anheuser-Busch InBev.
Por su parte, la bodega Dante Robino tiene más de 100 años de historia en el mercado local. Actualmente, exporta el 30% de su producción a más de 40 destinos.
