La actividad industrial cerró el 2019 con una caída de 6,3%, su segunda baja anual consecutiva, según detalló en un informe la Unión Industrial Argentina (UIA). Así, el año pasado 2019 finalizó con una caída de la producción industrial de 13% respecto a 2015 y de 17,5% en comparación con el máximo de 2011.

La industria necesitaría 10 años seguidos de suba al 4% anual para recuperar este nivel. Este resultado refleja la fuerte contracción de la demanda interna con una caída del consumo privado del 7,8%, acumulado de tres trimestres de 2019, y del bajo dinamismo del mercado externo en un escenario de gran volatilidad macroeconómica con presión sobre el tipo de cambio, la inflación, la tasa de interés y los costos energéticos, tributarios y logísticos”, explicó el resumen anual elaborado por la entidad empresaria.

La caída interanual de la producción industrial fue mayor durante el primer trimestre del año (-9,6%) porque la base de comparación que había dejado el primer trimestre de 2018, antes del primer salto cambiario, fue mejor. Luego la caída se estabilizó en torno al 4% y 5 entre el segundo y tercer trimestre y finalmente se moderó a 2,7% en el cuarto, ya con una muy baja base de comparación anterior.

“El rebote que se esperaba para la segunda parte del año no llegó por el impacto de la devaluación de agosto 2019 y el ‘estrés financiero’ desatado luego del reperfilamiento de la deuda del Tesoro y la fuerte suba de las tasas de interés. De esta forma, la mayor caída desestacionalizada ocurrió en el tercer trimestre del año”, detalló el informe elaborado por la UIA.

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En 2019, la tasa de adelantos en cuenta corriente —fundamental para financiar el capital de trabajo, según advirtieron desde la entidad— alcanzó niveles récord de 90% en septiembre de 2019 y promedió 67,1% en el año. Por otro lado, los altos niveles de tasas de interés generaron una caída interanual de los préstamos al sector privado en términos reales del orden del 23% para el total y del 30,5% para los préstamos en pesos. “Con estos datos, los montos prestados al sector privado, descontando la inflación, se ubicaron por debajo del promedio de los últimos diez años, apenas por encima de lo prestado en 2007”, advirtieron desde la UIA.

A nivel sectorial, todas las ramas registraron caídas de la actividad en el año, excepto alimentos y bebidas cuya producción se recuperó por la mejora de la molienda, en particular de soja, tras la fuerte sequía de la campaña de 2018. Las mayores caídas de la actividad fueron en los sectores automotriz, metales básicos, metalmecánica y minerales no metálicos.

Con todo, la industria automotriz fue la que más se contrajo en 2019: registró una caída de 32,5% y alcanzó el nivel de producción más bajo desde 2005. Estos números se explicaron principalmente por la fuerte reducción de las ventas al mercado interno (-48%) y la caída de las exportaciones (-17%).

En cuanto al comercio exterior, el 2019 cerró con una caída de las exportaciones de manufacturas del 0,7% interanual. Subieron las manufacturas de origen agrícola —carnes, oleaginosas y cereales luego de la sequía de 2018— mientras que las de origen industrial cayeron 6,8%. Las mayores caídas fueron por vehículos, productos químicos y conexos, metales comunes y materias plásticas. A su vez, las dirigidas hacia Brasil cayeron 11% en el año.

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A pesar del flojo desempeño de las exportaciones industriales, el año cerró con superávit comercial de USD 15.990 millones, el más alto desde 2009 como consecuencia de la fuerte caída de las importaciones que se contrajeron 25%.

En tanto, la utilización de la capacidad instalada de la industria reflejó la dinámica contractiva de la actividad al alcanzar en promedio 59,4% (o sea unos 3,6 puntos porcentuales por debajo de 2018). Como consecuencia, también se registran descensos tanto en el empleo industrial como en la cantidad de empleadores: hubo un baja de las empresas industriales de 3,4% interanual, lo que equivale a 1.838 declarantes menos que en 2018. Respecto de 2015, la caída es de 4.126 empresas menos.

En el plano laboral, el empleo asalariado privado en la industria acumula una contracción promedio de 5% interanual con datos a noviembre de 2019. Esto significa 58.700 puestos menos que en 2018. Desde la UIA destacaron que el empleo industrial no crece desde enero de 2016 y se ubica en el menor nivel en más de 10 años.

“Con una resolución favorable para la negociación de la deuda que se encuentra en curso, las perspectivas para la industria son de cierta estabilización en la producción. Si se mantiene la previsibilidad del mercado cambiario y el sendero de reducción de tasas de interés y la inflación, podría haber una mejora relativa del consumo que, junto con el pronóstico de crecimiento para la industria de Brasil, son factores que podrían frenar la caída de la demanda y mostrar ciertos signos de mejora a partir del tercer trimestre del año”, anticiparon desde la entidad.

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