La embajadora mexicana en Bolivia, María Teresa Mercado, deberá salir de Bolvia, así como también funcionarios españoles. España respondió expulsando a tres diplomáticos bolivianos.

Luego del confuso incidente provocado por dos diplomáticos españoles que intentaban realizar una visita de cortesía a la embajada mexicana, el gobierno de facto de Bolivia decidió expulsar a representantes de México y España en el país. La presidenta interina Jeanine Añez declaró «personas no gratas» a la embajadora de México, María Teresa Mercado, a la encargada de Negocios de España, Cristina Borreguero, al cónsul Álvaro Fernández y al grupo de «presuntamente diplomáticos encapuchados y armados» envueltos en el incidente del viernes pasado. Días atrás, el gobierno mexicano había denunciado a Bolivia ante la Corte de la ONU por el asedio sobre su embajada. Ahora, la Cancillería le instruyó a la embajadora Mercado que regrese a territorio mexicano para «resguardar su seguridad». España respondió a la polémica medida presentada por Añez expulsando a tres diplomáticos bolivianos, también declarados «personas no gratas».

Con una declaración a la prensa desde el presidencial Palacio Quemado, la presidenta del gobierno de facto señaló que los diplomáticos expulsados «han lesionado gravemente la soberanía y la dignidad del pueblo y del gobierno constitucional de Bolivia» y ordenó que «abandonen el país en un plazo de 72 horas». Con una particular versión de la historia, pidió respeto al proceso que derivó en la recuperación de la democracia «después de 14 años de dictadura», en referencia al tiempo en que Evo Morales gobernó el país al frente del MAS.

El gobierno de facto boliviano había acusado el viernes pasado a la Embajada de España en La Paz de cometer «atropellos» a su soberanía por el incidente en el que al parecer funcionarios de esa delegación diplomática iban en vehículos oficiales «encapuchados» y «presumiblemente armados». El hecho fue interpretado por Bolivia como una intención de evacuar a los exministros Juan Ramón Quintana, Wilma Alanoca y Javier Zavaleta, quienes junto a otros exfuncionarios aguardan un salvoconducto que les permita gozar del asilo en México.

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Para el presidente de la Cámara de Diputados de Bolivia, Sergio Choque, Añez «actúa de manera hormonal e ilegal por pedir que se retiren del país diplomáticos extranjeros» y recordó que su gestión es transitoria, en declaraciones a la radio Éxito de Bolivia. Además, Choque advirtió que «esto va a provocar que tengamos posteriormente rupturas de relaciones con estos dos países que en el ámbito internacional jugaba un papel importante en el desarrollo de nuestro país».

Las relaciones de Bolivia con México se deterioraron desde que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador decidió darle asilo al presidente depuesto, Evo Morales. Bolivia rechazó que este país le haya permitido tener actividad política pública. Morales se trasladó el 12 de diciembre a Argentina en condición de refugiado, y desde ese momento mantiene una agenda activa participando de reuniones políticas y actividades públicas.

Respaldo de México a la embajadora expulsada

Tras la expulsión de la embajadora Mercado de territorio boliviano, el gobierno mexicano calificó la medida como una «decisión de carácter político». «El Gobierno de México toma nota de la comunicación por la que se declara persona non grata a la embajadora», declaró la Cancillería a través de un comunicado en el que instruyó a la funcionaria a regresar a México para «resguardar su seguridad e integridad».

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