La movilización saldrá hoy, a las 17, desde Plaza San Martín hasta el Monumento a la Bandera, donde habrá proclama.
La marea feminista vuelve las calles, esta tarde, para reclamar una vida libre de violencias y políticas públicas tendientes a lograr cambios culturales reales. Será en el marco del Día Internacional de la No Violencia contra mujeres, lesbianas, originarias, afro, trans, travestis, bisexuales y no binaries. Con el correr de los años, las movilizaciones y reclamos de ese colectivo permitieron que cada vez haya más visibilización de la problemática que no cesa: solo en el primer cuatrimestre de 2019, se registraron casi 10 mil situaciones de violencia machista en Santa Fe (Ruvim); el Ministerio Público de la Acusación de Rosario recibe entre 100 y 150 denuncias semanales por ataques de género; la Fiscalía provincial contabilizó 97 femicidios entre 2014 y 2018, y a esta altura del año, ya hubo 37 en la provincia, según relevó el equipo de Género de la concejala Norma López; además, las trabajadoras precarizadas del Teléfono Verde atendieron casi 3500 llamados de situaciones de emergencia, solo en el primer semestre del año. La marcha de hoy está convocada para las 17, en la plaza San Martín para partir hacia el Monumento Nacional a la Bandera donde se leerá una proclama y habrá intervenciones culturales. Habrá colectivos gratis para asistir a la jornada de lucha.
El 25 de noviembre es una de las fechas clave en la agenda del movimiento feminista, desde que en 1960 las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) fueron asesinadas en la República Dominicana del dictador Trujillo. El de hoy es el último 25N del gobierno macrista que caló hondo en los cuerpos feministas y dejó marcas que son consideradas actos de violencia.
Las asambleas para organizar la jornada comenzaron a principios de mes, donde se pusieron en común las necesidades, reclamos y logros del colectivo feminista, en los últimos años. «Una vez más esta fecha nos encuentra en las calles para exigir una vida libre de violencias y reclamar al Estado que promueva los derechos que expresen efectivamente los cambios culturales que buscamos en la sociedad. Las demandas del movimiento de mujeres, feministas y diversidades sexuales se profundizaron en estos últimos años», aseguró Majo Poncino, del Movimiento Evita y Ni Una Menos Rosario. «Por ejemplo, en el presupuesto nacional 2019 no se ven reflejados nuestros reclamos como es el recorte presupuestario al Plan Nacional de Acción para Prevenir y Erradicar la violencia machista. A nivel nacional llevamos 275 femicidios y travesticidios», lamentó. Al mismo tiempo, señaló que «la feminización de la pobreza tiene como base el trabajo del hogar y las tareas que se realizan en condiciones de gratuidad. El trabajo no remunerado carece de reconocimiento, valoración social, económica y es de suma importancia la implementación de políticas laborales y de cuidado para todxs».
También puso en la lista de exigencias la necesidad de implementación de la Educación Sexual Integral. «Queremos un Estado laico que reconozca y respete el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, exigimos el pronto tratamiento y aprobación del proyecto del ley de la Campaña Nacional por el Aborto legal, seguro y gratuito; no queremos más muertes por abortos clandestinos», enumeró.
Al repasar los sucesos de los últimos años, Poncino resumió: «Nos encontramos ante un gobierno neoliberal que lo único que hizo fue ajustar, reprimir y profundizar negativamente los indicadores económicos, culturales y sociales siendo les principales víctimas de este proceso de exclusión y vulnerabilidad las mujeres y las diversidades sexuales. Aumentó el hambre y la pobreza. Fueron 4 años donde el patriarcado se ha fortalecido y la violencia machista se agravó en todas sus manifestaciones». Por eso, reclamó: «Basta de políticas de mano dura y reforzamiento del aparato represivo del Estado. Le decimos no a la criminalización de la protesta». También repudió el golpe de estado en Bolivia y manifestó solidaridad con el pueblo chileno «que es reprimido por el gobierno neoliberal de Piñera».
Liliana Leyes, de ATE Rosario, planteó que «se está viviendo un momento muy fuerte en América Latina y en Argentina se dieron políticas que afectan directamente a las mujeres y disidencias sexuales. Creemos que nosotras tenemos la fuerza para reclamar y terminar con las violencias a los derechos humanos», dijo. Al mismo tiempo, señaló que dentro de los sindicatos «fueron cuatro años de vaciamiento, flexibilización y precarización laboral, despidos; hubo recortes de programas y todo esto tiene un impacto muy fuerte en quienes todavía tenemos en nuestra espalda el cuidado de la familia cuando muchas precarizadas carecen de licencias por enfermedad, obra social y demás», dijo. También destacó la «unidad del movimiento feminista que este último mes sobresalió en el mundo sindical», y prometió: «Esto no va a tener fin».
Mabel Gabarra, de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito de Rosario aseguró que la fecha tiene una mezcla de «alegría» por el fin del gobierno de Mauricio Macri y «esperanza» con el nuevo gobierno. «Este 25 tiene características muy especiales porque estamos hablando del día de la no violencia hacia las mujeres y vemos las violencias en las latinoamericanas como una afrenta muy grande. En lo nacional, por fin cambia el gobierno, que termina con la vergüenza de todo lo que sucedió con el protocolo para abortos no punibles. El gobierno macrista fue muy perjudicial. Ahora es la primera vez que tenemos un presidente electo que habla de aborto, que se da el tema en el debate presidencial, y esperamos que 2020 sea el año del aborto legal, porque queremos que cesen las muertes por aborto clandestino. Tenemos muchas ganas de seguir adelante», aseguró.
