Uno de los muertos estaba con prisión domiciliaria condenado por la balacera contra la casa del entonces gobernador Bonfatti. La casa donde se produjo el ataque pertenece a un juez.

Emanuel «Ema Pimpi» Sandoval, condenado por la balacera a la casa del ex gobernador Antonio Bonfatti, murió ayer en el Heca tras haber recibido cuatro disparos en el abdomen durante un ataque con características mafiosas ejecutado en una vivienda ubicada en Pago Largo al 600, en la zona norte de la ciudad. Allí también murió Mirko Saldaño, de 21 años, acribillado de ocho balazos, y otras dos personas, Gastón S. y Rocío G., de 20 y 22 años respectivamente, resultaron heridas y se encuentran en estado reservado. El fiscal Adrián Spelta, a cargo de la causa, reveló que los atacantes cortaron la luz antes del ingreso, rompieron la puerta con una maza, y comenzaron a disparar. Sandoval, de 28 años, cumplía prisión domiciliaria con tobillera electrónica en el lugar, según confirmó su abogado, Fausto Yrure. El propietario de la casa es el camarista Oscar Puccinelli, quien dijo haberla alquilado a través de una inmobiliaria a un empresario de radiotaxis, pero quien figura como inquilino es Matías Lange, de 24 años, hijo de Fernando, referente de la Cámara de Radio Taxis, quien se sorprendió al enterarse que su hijo había alquilado la casa y que figuraba como garante.

Luego del feroz ataque, Sandoval fue trasladado al Hospital Alberdi, dato confirmado por el sistema que controlaba su tobillera electrónica, donde fue atendido en la guardia y posteriormente derivado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez donde falleció pasadas las 7.30. «Todas las personas estaban ubicadas en la planta baja del inmueble, frente al televisor, y la chica herida habría estado en la planta alta porque se encontraron manchas de sangre sobre un colchón y también fue forzado el ingreso hacia esa habitación. En el lugar hay 14 vainas, varias de ellas 9mm y otras calibre 22», precisó Spelta.

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El fiscal agregó que la casa «está rodeada de cámaras», por lo que solicitó su relevamiento para avanzar con la investigación. Por otra parte, Spelta dijo que entre lo incautado «no hay nada vinculado a estupefacientes. Lo que se llevaron fue documentación para poder acreditar porque en el interior hay tres autos, uno de alta gama, y tres motos, queremos determinar el origen de esos bienes y a quién pertenecen».

Además, el fiscal reveló que en la vivienda no había armas de fuego, solamente armas de aire comprimido, y que los testigos no escucharon ruidos, sólo los disparos: «Nos determinan aproximadamente la hora en que esto ocurrió, que también se confirma con el informe del 911, donde en los audios que me enviaron, la persona que traslada a Sandoval da cuenta de que había sucedido esto 5.36, que es el horario del llamado y el que nosotros especulamos que sucedió el hecho».

El abogado de «Ema Pimpi» aclaró que la estadía de su defendido en la vivienda ubicada en Palo Largo al 600 estaba registrada legalmente en la Oficina de Gestión Judicial, tras haber acordado en la justicia el cambio de prisión domiciliaria a la casa donde se produjo el ataque que rompió la calma del barrio La Florida en la madrugada de ayer. En relación a la causa, Yrure dijo a este diario que a Sandoval lo detuvieron en marzo del año pasado, imputado por tentativa de homicidio, y que estaba con domiciliaria porque los elementos probatorios eran «pocos y confusos».

«Ya teníamos acusación, se hizo una audiencia preliminar, y estábamos esperando fecha de juicio. El era el más interesado en avanzar rápido porque estaba convencido que iba a salir bien, teníamos muchas expectativas de que tenía que salir absuelto. De hecho, hace más de un año se había concedido esta detención domiciliaria, también para el otro acusado en la causa (Lucas, hermano de Sandoval) que la violó, la perdió y quedó detenido. Pero él nunca tuvo ningún inconveniente», relató Yrure.

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Cuando le concedieron la domiciliaria, el condenado por el ataque a balazos contra la casa del ex gobernador Bonfatti la cumplió en una vivienda ubicada en barrio Rucci. «Por lo que me comentaba, era un lugar chico y quería estar en otro más grande y más cómodo. Posiblemente también por el tema laboral, ya habíamos conversado acerca de pedir una laboral, vinculado a este tema de la música en el que aparentemente estaba incursionando, pero no querían que saliera del domicilio, y por eso no lo planteamos», explicó el abogado de Sandoval.

Antes de fijar la domiciliaria en la casa donde se produjo el ataque, «Ema Pimpi» pidió el cambio a una vivienda que había conseguido en Roldán, pero allí no funcionó el dispositivo de control electrónico. «Tengo entendido que había montado un estudio de grabación para poder trabajar sin tener que salir, y nunca hubo ningún inconveniente. Estaba esperando el juicio, era la única causa que tenía», apuntó el letrado.

Uno de los datos sorprendentes relacionados con el hecho fue que el propietario de la vivienda donde ocurrió el ataque es el juez Puccinelli, integrante de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial. El magistrado, que está participando de un congreso en Costa Rica, dijo estar «consternado y shockeado» por lo que ocurrió ayer.

«Alquilé esa casa a través de STI Propiedades, una inmobiliaria de Mendoza y Sarmiento. Este es el tercer inquilino que tengo en esa vivienda. Yo viví muchos años allí. Después me fui al centro y últimamente se la alquilé a Matías Lange, un empresario dedicado a radio taxis», contó el juez a LT8.

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Pero el padre de Lange, referente de la Cámara de Radio Taxis de Rosario, dijo haberse enterado por los medios que su hijo había alquilado la casa donde se produjo el ataque. «Me dijo que fue una cosa que hizo hace unos meses, que le pidieron una gauchada. Fue un amigo de esta persona asesinada, que no sé quién es. Lo llamativo es que Matías, según la inmobiliaria, firmó un contrato hace cinco o seis meses. Tenía 23 años para esa época, ahora tiene 24. No tiene trabajo y nosotros lo mantenemos. No tiene un ingreso para un alquiler», dijo Lange a Radio 2.

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