Se registró un alza del 23,89% respecto a la medición de abril, cuando el monto se encontraba en $ 30.524. «Hay más de un 70% de personas mayores sin poder cubrir sus necesidades básicas»
La Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires indicó que la Canasta Básica de los Jubilados trepa a 37.815 pesos, registrándose un aumento del 23,89% respecto a la medición de abril de este año.
El informe se realiza en forma semestral desde hace nueve años y se toman los rubros de alimentos, limpieza, medicamentos, vivienda, transporte, vestimenta, recreación y servicios.
En la medición anterior, que correspondiente al mes de abril, la Canasta de los Jubilados y Jubiladas se ubicaba en 30.524 pesos.
El monto de la Canasta Básica de los Jubilados «continúa denotando un desfasaje con los haberes de alrededor de 2.500.000 jubilados y pensionados que perciben una remuneración mínima de $ 12.937, quienes apenas alcanzan a cubrir un 30% de las necesidades básicas que deberían garantizar su vida digna», se remarca.
«Sin olvidar que las Pensiones No Contributivas (PNC) y las Pensiones Universales para Adultos Mayores (PUAM) están en un rango del 70-80% menos de la jubilación mínima, $ 9.055 y $ 10.349 respectivamente», se agrega. Situación en la que se encuentran «1.300.000 de personas».
Ante este panorama se advierte que «hay más de un 70% de personas mayores sin poder cubrir sus necesidades básicas; inclusive en los casos que perciben dos haberes -jubilación y pensión- estarían solo aproximándose a los valores de esta canasta».
Los detalles
En declaraciones a este diario, el defensor de la Tercera Edad porteña, Eugenio Semino, destaca que «aumentaron rubros muy sensibles como vivienda, alimentos, medicación».
Explica que «en el rubro de vivienda se considera un mix entre las variables de expensas, mantenimiento de un inmueble propio, alquiler o alquiler compartido y algo bastante ocultado u olvidado que es la vida de los jubilados en pensiones».
«Las expensas aumentaron muchísimo», señala. Si bien algunas personas mayores tienen tarifa social, es para el consumo de los servicios en su vivienda, pero no así en los gastos que corresponden al edificio. Por lo tanto, «el costo de los servicios de los edificios les afecta de forma muy directa», indica.
Respecto al rubro de alimentos remarca que tuvo «un aumento importante», y aclara que en la medición también se calcula «un mínimo de hiposódicos e hipocalóricos».
«Una mala alimentación se transforma en costos de medicamentos -remarca-. Es una caja boba porque como no se observa holísticamente, la mala alimentación se convierte en enfermedad, se gasta más y la calidad de vida se deteriora», señala.
En tanto, acerca del rubro medicamentos y farmacia indica que «muchas monodrogas son importadas, así que ese insumo sigue al dólar». También agrega que «como muchos insumos de farmacia son considerados de estética no tienen descuento».
El pedido
Semino manifiesta que se exige «al Poder Ejecutivo Nacional un urgente reajuste de emergencia para jubilados, pensionados y personas con discapacidad de $6.000 integrado a sus haberes».
«Los recursos del sistema están para afrontar la erogación. Proviene esta propuesta del flujo del Fondo de Garantía y Sustentabilidad, el que supera el billón de pesos, y que en el acápite 4° de su reglamento establece que cuando exista una pérdida de ‘cuantía’ dicho fondo debe acudir en auxilio de la ANSES para recuperar ese menoscabo», remarca.
El informe
Los detalles de la última medición de la Canasta Básica de los Jubilados son los siguientes:
Vivienda: $ 10.447, representan el 28% del total de los gastos de la Canasta.
Alimentos: $ 7.821, el 21% del total de los gastos de la Canasta
Medicamentos: $ 7.499, el 20% del total de los gastos.
Limpieza: $ 3.631, el 10% del total de los gastos.
Servicios: $ 2.957, el 8% del total de los gastos.
Transporte: $ 2.100, el 5% del total de los gastos.
Vestimenta: $ 2.100, el 5% del total de los gastos.
Recreación: $ 1.260, el 3% de los gastos.
Deuda
El Gobierno decidió volver a sacar dinero del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES para financiar la gestión, por el equivalente a unos 15.500 millones de pesos. Las dos letras colocadas el lunes 7 de octubre tienen vencimiento en abril, por lo que deberán ser pagadas por el próximo Gobierno nacional que resulte electo el domingo 27 de este mes. La decisión fue oficializada este martes a través de la Resolución Conjunta 65/2019 de las secretarías de Hacienda y de Finanzas publicada en el Boletín Oficial.
La administración de Mauricio Macri dispuso la emisión de Letras del Tesoro en pesos con vencimiento el 1 de abril de 2020 a ser suscriptas a la par por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), por un monto de hasta 12.000 millones de pesos. Esa letra devengará intereses a la tasa BADLAR para bancos públicos más 500 puntos básicos. La tasa se determinará como el promedio aritmético simple de la tasa de interés para depósitos a plazo fijo de treinta (30) a treinta y cinco (35) días de más de un millón de pesos. Se emitió un certificado que fue depositado en la Central de Registro y Liquidación de Pasivos Públicos y Fideicomisos Financieros (CRYL) del Banco Central.
En paralelo se dispuso la emisión de Letras del Tesoro en dólares estadounidenses con vencimiento el 1 de abril de 2020 a ser suscriptas por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), por un monto de hasta 57.133.953, equivalente a unos 3.428 millones de pesos al tipo de cambio actual. El precio de suscripción es de 962,65 dólares por cada valor nominal original de 1.000 dólares.
Esta letra tendrá amortización íntegra al vencimiento; y la tasa de interés será de un cupón cero (0) a descuento.
