El derrumbe del mercado interno es el factor principal que explica el achicamiento prácticamente generalizado de todas las grandes empresas del país en los sectores más diversos de la producción y de los servicios. También opera la restricción crediticia que impide aliviar la carga financiera y la devaluación del peso, que multiplicó el peso de las deudas en dólares.
Unilever comunicó este martes el cierre de su planta de Arisco en La Rioja, en donde se elaboran mostaza, ketchup y salsas. La decisión implica el despido de 120 personas. “La industria alimenticia está atravesando un período de estancamiento desde hace varios años debido a la caída generalizada del volumen de producción, como consecuencia de la desaceleración local en los niveles de consumo. En este contexto, las compañías debemos afrontar procesos de reingeniería de las operaciones industriales, a fin de mantener la viabilidad y sustentabilidad del negocio”, dice la multinacional Unilever, una de las empresas denominadas “formadoras de precios” en el segmento de limpieza e higiene personal. Unilever fabrica marcas de alimentos como Knorr y Hellmann´s junto a Sedal, Axe, Cif, Ala, Drive, Lux, Dove y Confort. “La compañía ha buscado alternativas ante contextos adversos. Esta es una medida de última instancia que se toma con suma responsabilidad luego de haber analizado y agotado todos los cambios y adaptaciones en otros aspectos de la operación”, siguió Unilever.
También Arcor, otro gigante del consumo masivo, comunicó despidos. Fueron 42 despidos de su planta de San Luis, «Nos preocupa la situación de los despedidos, la rechazamos y vamos a pedir la reincorporación; pero también nos preocupa la situación en la que quedan los compañeros que tienen que seguir trabajando en la planta», señaló Gustavo Sosa, del gremio de la alimentación. “En los últimos años, la planta de Arcor ubicada en la localidad de San Luis ha implementado cambios en sus líneas con el objetivo de contribuir con la competitividad y sustentabilidad de la operación. En este marco, se incorporaron líneas como el caso de toda la producción nacional de la temporada de pascua y la línea de tabletas de chocolates. Por otra parte, se discontinuaron algunas líneas de baja utilización, principalmente las vinculadas a la producción de golosinas. Esta planta no es ajena al contexto general de la economía y debido a la caída generalizada de consumo ha sufrido una merma importante y permanente en su nivel de actividad, con un grado de ocupación promedio por debajo de los últimos años”, dijo Arcor, y confirmó el despido de 42 personas sobre una plantilla total de 444 trabajadores.
Por su parte, Alco Canale presentó un procedimiento preventivo de crisis y despidió a 24 trabajadores de la planta que tiene en Valle Viejo, Catamarca, sobre un total de 120 empleados. Así lo confirmó José Ocampo, titular de la delegación provincial del Sindicato de la Alimentación. La empresa cerró el año pasado su planta de Llavallol.