Carlos Stornelli intentó justificar su rebeldía en la causa que investiga una red de espionaje ilegal, en la que está imputado por numerosos delitos. Según dijo, no fue a declarar a porque es su deber no ir. En esa línea el fiscal en rebeldía insistió con que la causa que instruye Alejo Ramos Padilla es un armado para “voltear” la causa de las fotocopias de los cuadernos y que no va a la indagatoria para proteger la investigación.

Stornelli desafió al juzgado de Dolores que ya lo citó cinco veces al afirmar que “que sea una vez la citación o diecisiete es lo mismo”. Debía presentarse el último viernes y no lo hizo. Dos días antes, el miércoles, se mostró al lado de Mauricio Macri en el acto por la celebración del Día del Ejército. Según dijo anoche en el programa de televisión de Luis Majul, faltó a los llamados a indagatoria asesorado por su abogado defensor Roberto Ribas.

“Percibí que esto era una maniobra que iba al corazón de la causa cuadernos”, intentó explicar Stornelli. Y, según él, los fueros le permiten no estar a derecho y está bien no responder a un llamado a indagatoria: “la inmunidad funcional es para proteger a los fiscales y para proteger las investigaciones. No es que no fui porque no quiero. No fui porque creo que es mi deber no ir”, disparó. Lo cierto es que si va a declarar se enfrenta a un procesamiento seguro, lo que provocaría una catarata de recusaciones y pedidos de nulidad en su contra.

Las declaraciones del funcionario judicial dejaron en claro que su estrategia de no responder ante la Justicia está basada en el respaldo político del que goza. “Todas las explicaciones sobre el particular están dadas desde el minuto uno ante el procurador General de la Nación”. En la entrevista no le preguntaron cuáles fueron esas explicaciones que dice haberle dado a Eduardo Casal, ni tampoco sobre el sumario interno que el procurador designado por Mauricio Macri tuvo que abrir tras el pedido de desafuero por parte de Ramos Padilla.

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Mientras tanto, Stornelli sigue en rebeldía ya que aún no apeló el fallo de la Cámara Federal de Mar Del Plata, que dijo que esa calificación por parte de Ramos Padilla está fundada. “El tema de la rebeldía no está firme, está siendo cuestionado”, dijo. Técnicamente tiene tiempo hasta este viernes a la mañana para apelar. Si no lo hace, la rebeldía quedará firme.

Una de las estrategias posibles es no seguir apelando, ya que corre el riesgo que la Cámara de Casación también ratifique la declaración de rebeldía. Ante una eventual derrota en el máximo tribunal penal del país, el camino podría ser dejar que quede firme la rebeldía y ganar tiempo.

Mientras Casal mantiene la protección y el pedido de desafuero duerme en el sueño de los justos, una parte de la causa de los cuadernos se eleva a juicio oral. Anoche el propio Stornelli confirmó que en pocos días el juez Claudio Bonadio elevará una primera etapa del expediente.

En sus declaraciones televisivas, Stornelli insistió con que los fueros le permiten no ir a la indagatoria y que así contrarresta una supuesta una operación de los “presos k” para tirar abajo la causa que instruye Bonadío: “Yo debo proteger la investigación. Nosotros sabíamos que esto era una maniobra fraudulenta para voltear la causa, para llevar a recusaciones y a nulidades”, reiteró.

Consultado por Página/12, Aníbal Ibarra, abogado defensor de Daniel Álvarez, ex secretario de Néstor Kirchner procesado en la causa de las fotocopias de los cuadernos, consideró que el argumento de Stornelli es un “disparate”. El letrado afirmó que “cuando estás citado a una indagatoria estás obligado a concurrir. Los fueros están para proteger su trabajo y no lo pueden detener. Una cosa son los fueros y otra cosa es la obligación de presentarse a declarar. Declarar no obstaculiza su trabajo. Su obligación es concurrir a prestar declaración”.

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Como ya consignó este diario, las acusaciones que Stornelli se niega a aclarar ante la Justicia son numerosas:

– La posible coacción al ex gerente de Pdvesa, Gonzalo Brusa Dovat.

– El pedido de realización de cámaras ocultas ilegales a los defensores José Manuel Ubeira y Javier Landaburu, ambos letrados en la causa de las fotocopias

– Espionaje ilegal al ex marido de la actual pareja del fiscal, Jorge Castañon. Hasta hablaron Stornelli y D’Alessio por WhatsApp de plantarle droga en una valija.

– Espionaje ilegal a empresarios uruguayos tratando de vincularlos con una causa de terrorismo para sacarlos de la cancha en una operación comercial.

– Extorsión y aprietes a Pablo Barreiro, hijo de un imputado que estuvo detenido. Barreiro dice que declaró ante Stornelli y contó que lo estaban extorsionando. La declaracion fue desechada y no hay registros oficiales.

– Participación en la extorsión contra Pedro Etchebest. El pedido de 300.000 dólares al empresario se hizo después de una reunión entre D’Alessio y Stornelli en Pinamar. Ramos Padilla no piensa que el fiscal haya estado detrás del pedido de dinero, pero sí que su relación espúrea con D’Alessio le permitió al falso abogado concretar la extorsión.

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