Durante el último año, la mitad de los locales comerciales instalados en Palermo Hollywood debieron cerrar sus puertas a raíz de la crisis y unos dos mil empleados se quedaron sin su puesto

Durante el último año, la mitad de los locales comerciales instalados en Palermo Hollywood debieron cerrar sus puertas a raíz de la crisis y unos dos mil empleados se quedaron sin su puesto, lo que convierte a ese barrio porteño en el más golpeado por la crisis económica, de acuerdo a un relevamiento realizado por la ONG Defendamos Buenos Aires.

El informe, que contó con la participación de los 1.900 colaboradores de la entidad y del Estudio Miglino y Abogados, establece que de los 1.010 negocios que estaban abiertos, ahora quedan apenas 501, lo que implica que fueron bajando las persianas a un ritmo de 42 por mes, siendo el último de ellos el caso de la reconocida cadena de pizzerías «Romario».

El rectángulo

Para el estudio, delimitaron a Palermo Hollywood como «un rectángulo imperfecto de 12×10 cuadras, es decir que se trata de unas 120 manzanas que componen el barrio comercial, marcando como límites la Avenida Córdoba al norte, la Avenida Santa Fe y el comienzo de Cabildo al sur, la Avenida Juan B. Justo al oeste y la calle Santos Dumont y obstáculos ferroviarios y viales al este».

«El barrio llegó a tener poco más de mil locales comerciales abiertos, en algunos casos las 24 horas de los 365 días del año. Sin embargo, la realidad actual dista en mucho de aquellos tiempos de entre 1994 y 2014. Hoy más de la mitad , unos 500 en total, están cerrados, particularmente en la calle más emblemática, que es Fitz Roy entre Santa Fe y Córdoba«, alertó Javier Miglino, director de Defendamos Buenos Aires.

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Al buscar a los grandes perdedores de esta situación, analizó: «El 80 por ciento son bares y restaurantes que han bajado la persiana entre comienzos de 2018 y hoy. Se trata de más de 400 comercios que en otro tiempo albergaron a miles y miles de jóvenes. Y no hace tanto que de lunes a lunes poblaban las calles Fitz Roy, Nicaragua, Costa RicaEl SalvadorGorritiBonplandHumboldt y Niceto Vega, entre otras».

En cuanto a las fuentes laborales perdidas, evaluó que «en general las explotaciones de bar y restaurante, como la de peluquería (otra muy golpeada por la crisis), inmobiliarias, casas de decoración, muebles, ropa femenina, ropa masculina y zapatos de ambos sexos, llevan por dotación cuatro personas. Es decir un propietario y tres empleados o bien cuatro empleados para manejar el negocio. Incluso los kioscos de la zona, atento a que trabajan las 24 horas tienen también esa cantidad de dependientes».

Desempleados

«Por ese motivo es objetivo hablar de dos mil despidos entre aquellos que perdieron el empleo, ya que incluso muchos dueños se vieron forzados a bajar la persiana y de ese modo perder el autoempleo que desarrollaban», se lamentó el abogado especialista.

Para graficar este proceso, puso un ejemplo: «El concurso preventivo judicial presentado por la cadena de pizzerías «Romario» para evitar la quiebra (presente en Palermo Hollywood a través de dos locales, uno en Ortega y Gasset 1604 y el otro en Fitz Roy 2109) no hacen más que mostrar que las dificultades económicas derivadas de la recesión, el tarifazo de luz, gas y agua, los aumentos en los alquileres y en los insumos como alimentos y bebidas».

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«Esto indica que cada vez resulta más difícil sobrellevar este tipo de explotaciones gastronómicas en el barrio que supo ser líder indiscutido en la República Argentina y hoy pierde el cetro frente a Belgrano y Puerto Madero«, sentenció Miglino.

Encuestados

Por último, el titular de la ONG se refirió a las respuestas de los casi 800 encuestados: «Nos han manifestado que sería positivo que tanto el gobierno nacional como el de la Ciudad de Buenos Aires concedan una tregua en los aumentos, tanto en tarifas de luz, gas y agua como de alimentos y bebidas».

«También hay reclamos para con la AFIP, que poco hace para que los negocios no cierren e incluso con los sindicatos que en paritarias exigen aumentos de sueldo imposibles de solventar, lo que lleva a que tanto el dueño como los empleados deban sufrir el cierre», concluyó.

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