Hugo Moyano, Francisco Gutiérrez, Omar Plaini y Hugo Yasky repudiaron la propuesta de la Casa Rosada. La CGT, en silencio.

Entre los puntos para el desesperado acuerdo que el Gobierno nacional busca cerrar con sectores de la oposición aparece uno que alertó a un sector de la dirigencia gremial. Se trata del que propone la “creación de empleo a través de una legislación laboral moderna”. Para los sindicatos que realizaron el paro y movilización del martes 30 de abril representa un nuevo intento del presidente Mauricio Macri por implementar una reforma laboral que flexibilice las condiciones de trabajo. Por caso, el camionero Hugo Moyano aseguró que aquel gremialista que se respalde esta avanzada “traiciona a los trabajadores” y eso implica directamente “traicionar la patria”. En el mismo sentido se expresó Hugo Yasky de la CTA de los Trabajadores. El dirigente sostuvo que la Casa Rosada “busca generar una oposición friendly para ofrecerle al FMI y los mercados financieros garantía de que continuará el modelo económico”. La CGT, por ahora, continúa en total silencio.

“El que se preste para una reforma laboral va a traicionar a los trabajadores y para nosotros traicionar a los trabajadores es traicionar a la Patria. Espero que reflexionen y que no acepten este tipo de reclamos del Gobierno”, dijo Moyano padre durante una entrevista por AM 530. El secretario general de Camioneros expresó además su desconfianza sobre las intenciones del presidente Macri con este decálogo que ofreció a un grupo de dirigentes del PJ: “A este gobierno no se le puede creer nada. Todo las cosas que dicen no las cumplen. Te dicen que va a haber pobreza cero y hay más pobres que cuando asumieron. Te dicen que van a controlar la inflación y hay diez veces más inflación que cuando asumieron. En Todo lo que han dicho el Gobierno ha mentido, entonces no se le cree nada”.

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El dirigente de la UOM, Francisco “Barba” Gutiérrez se sumó al rechazo de la iniciativa de la Casa Rosada: “No aceptamos nada que implique la pérdida de derechos de los trabajadores. El rechazo es y debe ser total”, aseguró. En el mismo sentido se expresó el dirigente de los vendedores de diarios y revistas, Omar Plaini, quien aseguró todos los puntos del decálogo responden a la exigencia del Fondo Monetario pero, sobre todo, “es una clara representación de un gobierno que busca con desesperación agarrarse de cualquier madero para llegar a las elecciones”. Es más, el titular de los canillitas consideró que la propuesta “realizada a las apuradas”, en el contexto de crisis económica que vive el país, “es la mejor prueba de que el Gobierno ha fracasado y busca una desesperada ayuda entre un grupo de dirigentes políticos”. Por otra parte, advirtió que la maniobra del Gobierno va a terminar “arrastrando” a estos grupos del peronismo hacia un mismo destino y que el canillita define como el de la derrota. Pero además, Plaini dijo que este tipo de acuerdo se debía haber realizado a principio del gobierno y no ahora cuando está a punto de caducar el mandato. “Si lo hubiese planteado a poco de asumir y con claridad en cada uno de los puntos hubiese sido un poco más creíble, pero después de la pérdida de más de 250 mil puestos de trabajo, unos 60 mil entre enero y febrero, con suspensiones en las fábricas, pérdida del poder adquisitivo e incremento de la pobreza e indigencia, no sé desde qué lugar puede convocar a un acuerdo”.

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El titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, también rechazó los diez puntos que promueve la Casa Rosada y, sobre todo, el de la “legislación laboral moderna”. El también diputado nacional aseguró que la propuesta “es inaceptable” y definió a la movida del gobierno como “una simple puesta de escena con intenciones electorales”. Entiende Yasky que el presidente insiste con generar divisiones en la sociedad: “Con esto busca dividir entre los supuestos buenos, blancos, civilizados y republicanos y los otros, negros, incivilizados, bárbaros y antirepublicanos”, dijo y agregó que “lo que necesita Macri es algún aliado para poder emitir una señal de certidumbre al FMI para que no lo abandone en este último tramo de su gobierno. Necesita una especie de oposición friendly”. Mientras tanto, en la CGT nadie habla. Por ahora, lo único cierto es que el lunes se reunirá el Consejo Directivo de la central obrera.

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