Envuelta en un profundo malestar, la UCR volverá mañana a encontrarse con una encrucijada, tal como ocurrió hace cuatro años en Gualeguaychú, Entre Ríos. Después de múltiples postergaciones, los radicales finalmente realizarán su Convención Nacional, el órgano partidario encargado de definir la política de alianzas electorales. Actualmente conviven en el radicalismo tres posturas diferentes, aunque todas unidas por el descontento con el gobierno de Mauricio Macri. El sector más crítico, liderado por Ricardo Alfonsín, Federico Storani y Jorge Sappia, impulsa directamente la disolución de la sociedad con el PRO y la Coalición Cívica para crear un nuevo frente encabezado por Roberto Lavagna. Otro grupo, comandado por el titular del Comité Nacional, Alfredo Cornejo, reclama “ampliar” Cambiemos con referentes del PJ antikirchnerista y reemplazar a Macri por María Eugenia Vidal en la fórmula presidencial. Por último, los más “amarillos” respaldan la reelección presidencial pero piden garantizar su presencia en las listas e institucionalizar la toma de decisiones. Este espacio es el encabezado por el vicegobernador bonaerense, Daniel Salvador, quien elaboró su propio borrador desde el Comité Provincia.

Los 347 convencionales se reunirán mañana en Parque Norte, lugar que para cualquier radical de ley remite inmediatamente a Raúl Alfonsín y su histórico discurso de 1985 en el que planteó los desafíos para la “democracia del futuro”. Con menos ambiciones, este lunes llegarán a Parque Norte nuevamente en el gobierno, aunque con mucho menos poder y con la posibilidad concreta de perderlo todo. En ese contexto, la conducción radical a manos de Cornejo viene haciendo esfuerzos para evitar que la frustración del actual proyecto político termine en un desborde. Por eso se limitó la cantidad de expositores y se diseñó un esquema en el que cada sector tenga su representación.

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El grupo más crítico es el de Alfonsín, Storani y Sappia (presidente de la Convención) quienes hace meses plantean abiertamente la ruptura de Cambiemos. Se entusiasman con el armado de un frente “progresista” junto al socialismo santafesino, el GEN de Margarita Stolbizer y los radicales que decidan acompañarlos. Su candidato es Lavagna, aunque la posibilidad de que se baje por el conflicto con los fundadores de Alternativa Federal hace tambalear su estrategia.

La principal disputa estará entre la tropa comandada por Cornejo, calificados como “los halcones” y el grupo de “las palomas” referenciados en Salvador y el vicepresidente de la Convención, Agustín Campero.

El último martes, el gobernador de Mendoza dejó trascender el borrador del documento que pretende aprobar mañana. Bajo el título “Una nueva coalición de gobierno para construir una Argentina sana y previsible”, reclamó abiertamente sumar otros actores políticos a la sociedad con el macrismo y con Elisa Carrió. En este grupo admiten que no es una propuesta factible mientras Mauricio Macri siga al tope de la boleta. Imaginan, en cambio, una fórmula presidencial encabezada por la gobernadora María Eugenia Vidal y secundada por un dirigente radical. El nombre más firme es el del diputado y ex embajador Martín Lousteau. Con la gobernadora bonaerense utilizada como imán, creen que sería posible acercar a alguno de los dirigentes peronistas de Alternativa Federal como Juan Manuel Urtubey o incluso al propio Lavagna. En este grupo se anota el histórico operador Enrique “Coti” Nosiglia y el ex presidente de la UCR porteña, Emiliano Yacobitti. No lo dice públicamente, pero también cuentan aquí al gobernador jujeño, Gerardo Morales, uno de los pesos pesados del partido.

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De perfil bajo a nivel nacional, Salvador es uno de los dirigentes más alineados con el esquema trazado por Marcos Peña y Jaime Durán Barba. Quienes lo frecuentan advierten que su vínculo con Vidal es mucho mejor que el que tiene la UCR nacional con Macri. Por eso propone mantener a la gobernadora en el terreno provincial y que el presidente busque un nuevo mandato. Si bien el poroteo todavía no está definido, el vicegobernador garantiza un piso que supera los 50 convencionales a favor de su propuesta de continuidad. “No nos podemos meter en la interna de ellos”, reconocía esta semana un radical de pura cepa en referencia al conflicto dentro del PRO por el famoso “Plan V”.

Si bien las negociaciones continuarán hasta último momento, lo más factible es que la Convención resuelva la formación de una “mesa de acción política” con el objetivo de negociar con el macrismo. Sería de cinco integrantes: Cornejo, Nosiglia, Negri, Salvador y Morales.

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