El sangriento hecho sucedió en Quilmes. Tres individuos fueron baleados y dos de ellos murieron. El funcionario policial y su familiar aseguraron que se defendieron de un robo.
Un agente de la Policía Federal Argentina (PFA), con un año de antigüedad en la fuerza, y su hermano fueron detenidos al estar acusados del asesinato a balazos de dos jóvenes en un confuso suceso que se registró en la localidad bonaerense de La Cañada, en el partido de Quilmes. El caso había sido adelantado el domingo y no se descarta que los agresores, que argumentaron haberse defendido de un asalto, hayan actuado alcoholizados.
Los voceros de los tribunales de Quilmes revelaron a cronica.com.ar que los hechos se descubrieron el sábado cuando los integrantes del Comando Patrulla (C.P.) de Quilmes Oeste arribaron a calle 893, entre 808 y 809, en el denominado Barrio La Paz, donde vieron el cadáver baleado de Gerardo David Fleita, de 26 años y apodado Pitu, mientras que hallaron con heridas de bala a Gustavo Gabriel Cardozo, de 24, y a Alejandro Antonio López, de 27.
Trascendió que los heridos tuvieron que ser trasladados, de urgencia, al Hospital Isidoro Iriarte, en Quilmes, aunque Cardozo, que había sido baleado en el estómago, dejó de existir mientras era operado por los médicos.
Se creyó, en un comienzo, que el suceso había sido un altercado entre bandas rivales.
Paralelamente, al mismo centro asistencial, había sido llevado un individuo, de 23 años, que había padecido un accidente, al chocar con un automóvil y mientras se encontraba en compañía de su hermano, de 21, en el cruce del Camino General Belgrano y 812.
Este muchacho hospitalizado les dijo a los pesquisas de la comisaría de La Cañada (5ª de Quilmes), que era efectivo de la Policía Federal Argentina, aunque les aportó una identidad falsa a los investigadores, lo que despertó las sospechas en los servidores públicos.
Mientras tanto, el individuo de 21 años, quien estaba ebrio, se había quedado junto al coche siniestrado y trató de agredir a los efectivos policiales, a la vez que incurrió en contradicciones.
Gracias al análisis de las imágenes captadas por las cámaras de seguridad que hay en el vecindario como a los testimonios aportados por gente de la humilde zona, los policías de esa seccional establecieron que los sujetos no eran ajenos a lo ocurrido.
Autoridades policiales de la Jefatura Departamental de Quilmes se encargaron de supervisar los diferentes procedimientos.
Intervino en la causa, que fue caratulada «doble homicidio y lesiones» el doctor Ariel Darío Rivas, fiscal en turno de la Unidad Funcional N° 1 del departamento judicial de Quilmes, que resolvió detener tanto al agente como a su hermano.
En el rodado de estos sospechosos había una pistola 9 milímetros con la inscripción Policía Federal Argentina (PFA), mientras que en el lugar del doble asesinato se incautaron 13 vainas servidas del mencionado calibre.
Fleita y López -este último con heridas en la espalda y en las piernas- tenían antecedentes delictivos aunque no se encontraron armas de fuego en el escenario del sangriento episodio.
