Tras conocerse un caso importado de rubéola en Córdoba, especialistas alertaron que se trata de una «situación peligrosa» y que, de no tomarse las medidas adecuadas, «el virus puede volver a la Argentina»
Todo comenzó el pasado viernes cuando se difundió un caso de rubéola pertinente a un hombre de 27 años, quien arribó al país el mes pasado luego de haber estado de viaje en China. Este hecho conllevó a que la Secretaría de Salud de la Nación emitiera una alerta epidemiológica que instó a los equipos de salud a “intensificar la vigilancia” en pacientes que puedan padecer aquella enfermedad.
Por este motivo, el jefe del Área Ambulatoria del Hospital Garrahan y Divulgador Científico de Grupo Medihome, Eduardo Silvestre (MN 57969), precisó que este caso, a pesar de no ser autóctono, “llama a la reflexión porque es una situación peligrosa”, por lo que “las probabilidades de que vuelva a circular el virus en la Argentina son altas y en la medida que continúen todos estos movimientos ‘antivacunas’, mucho más”.
“La circulación del virus estaba erradicada en la Argentina y en todo Sudamérica, osea que los caso que había eran importado de otros lugares, pero incluso los casos importados habían disminuido francamente”, indicó Silvestre a Diario Popular, quien agregó que, si no se toman las medidas adecuadas, “las posibilidades de que vuelva a estar el virus en la Argentina son altísimas, y si vuelve a la Argentina vamos volver a ver un montón de enfermedades gravísimas que ya no las vemos más”.
La rubéola es una enfermedad viral que puede presentarse en adultos y niños. Sin embargo, los mayores problemas -y lo más peligrosos- remiten a cuando una mujer embarazada susceptible se expone al virus. En esos casos se habla de la rubéola congénita.
“Para las mujeres adultas que no están embarazadas es una enfermedad febril y benigna que cursa rápidamente sin ninguna complicación, pero el problema grave es en el embarazo, porque produce desde la muerte del feto, hasta malformaciones múltiples, a nivel cardíaco, del sistema nervioso y de todo el organismo”, aseveró el doctor.
En sintonía, la jefa de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y ex presidenta de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), Ángela Gentile, afirmó que los casos más graves pueden darse “especialmente en las primeras 16 semanas de embarazo”. Es decir que si la infección por rubéola es precoz, incluso puede causar un aborto, pero a medidas que pasan las semanas de gestación, la semana 4, 5, 6 o más, ya no causa aborto sino malformaciones en los chicos”, adhirió.
Por lo tanto, Silvestre calificó a la enfermedad como un “problema muy serio”, el cual, además de “preocupar mucho”, existe el temor “absoluto” de que se propague.
Además, en un contexto con pleno avance de la tecnología, la ciencia y la medicina, el jefe del Área Ambulatoria del Hospital Garrahan alegó que se “requiere de conciencia y de medidas preventivas”.
Sobre esto, el doctor destacó que las enfermedades que pensábamos que estaban extintas, podrían “volver a instalarse y producir situaciones nefastas que son evitables” lo que se traduce en la muerte de “muchos niños y personas’, en tanto que “aquellos que no mueran van a quedar con secuelas importantes”.
“La vuelta de la rubéola es tan terrible como la peste, porque lo que produce en el niño por nacer es terrible y son virus que se contagian muy fácilmente”, disparó.
Por otro lado, sobre la alerta epidemiológica emitida por la Secretaría de Salud de la Nación, Gentile dejó en claro que “siempre que aparecen casos importados se hace una alerta epidemiológica. Argentina no tiene circulación propia ni de sarampión ni de rubéola, no tenemos casos autóctonos, entonces cada vez que viene un caso importado, es correcto y hay que hacerlo para que todos los servicios de salud estén muy atentos”.
A su vez, el Divulgador Científico de Grupo Medihome comunicó que “la alerta ya la habían emitido antes, cuando se hizo una alerta epidemiológica del sarampión por los casos que se habían registrado”. “También se extienden a otras enfermedades erradicadas, como el caso de la rubéoóla, y ahora con la aparición de este caso hace que se refuerce otra vez la campaña como medida preventiva”, puntualizó.
Mejor prevenir que lamentar
En este sentido, la ex presidenta de la SAP expresó que la rubéola, la cual “en el 50 por ciento de los casos o más es subclínica y asintomática”, es decir “no tiene síntomas”, resulta “difícil de identificar”, por lo que es pertinente “acercarse al centro de salud o hospital para que realmente lo vean y poder hacer los análisis de laboratorio pertinentes para poder saber de qué se trata”.
“El sarampión y la rubéola son difíciles de identificar, es por eso que en el país, donde no tenemos casos autóctonos ni de rubéola ni de sarampión, decimos siempre que si una familia ve a un chiquito con fiebre más erupción, tiene que concurrir a la consulta y hay que hacerse determinaciones de laboratorio. Va al laboratorio de virología y con eso se puede saber si es sarampión o rubéola”, indicó Gentile, quien recalcó que hay que “insistir” en la vacunación.
En tanto, Silvestre repudió los casos en los que la gente no se vacuna, ya que “el médico que indica no vacunarse, está ejerciendo una acción ilegal, a lo sumo deberá renunciar a su matrícula y a ejercer la medicina”.“Los padres tienen la obligación de vacunar a sus hijos y los médicos tienen la obligación de indicar y controlar las vacunas”, sentenció.
