El parate se explica por el derrumbe del mercado interno, hacia donde la empresa dirige la mayor parte de su producción. Oficialmente las suspensiones son solo por marzo, pero podrían extenderse a abril.

La automotriz Peugeot suspendió durante marzo su actividad productiva, decisión que impacta sobre mil operarios de la planta de El Palomar. La lluvia de suspensiones se explica por el derrumbe del mercado interno, hacia donde la empresa dirige la mayor parte de su producción. “Es producto de la caída de la demanda, hay que esperar que bajen un poco los stocks”, dijeron desde la compañía. Oficialmente están confirmadas las suspensiones para marzo, aunque fuentes del sector advierten que se extenderían durante abril también. Peugeot salió a aclarar que sigue en marcha con la inversión para fabricar en el país un nuevo modelo de auto económico. Las suspensiones, retiros voluntarios y despidos afectan a todas las terminales automotrices. Además, anteayer se conoció el cierre de Metalpar y el sector autopartista también está en una situación delicada.

“Durante marzo, toda la actividad de fabricación está suspendida a raíz de la caída de la demanda. Los stocks están un poco elevados y hay que esperar a que bajen. La suspensión afecta a mil operarios, sobre una plantilla de 1500 trabajadores del área de producción. Esto fue acordado con el sindicato para proteger el empleo. El salario que cobran los suspendidos depende de los sectores, no hay una regla general. Por otro lado, el resto de las actividades siguen su curso, como la adaptación de la planta según el proyecto de inversión, la localización de autopartes y el área administrativa a cargo de las operaciones de importación y repuestos, entre otros”, explicaron a este diario voceros de la compañía.

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Si bien la empresa confirmó las suspensiones sólo para marzo, proveedores admitieron que les pidieron que no entregaran mercadería durante marzo y abril porque la planta no iba a funcionar en ese período. Desde la seccional de la UOM también refrendaron la información de la suspensión. El panorama luce muy distinto de hace poco menos de dos años, cuando el presidente Mauricio Macri presentaba un anuncio de inversión de parte de PSA. “Es una apuesta que hace una empresa mundial muy importante en la Argentina. Y también es una demostración de confianza a este camino que comenzamos a recorrer hace quince meses, que tiene que ver con una mayor previsibilidad”, decía Macri desde la fábrica de El Palomar, que el mandatario conoce bien desde que estaba en la empresa familiar Socma, que manejaba la marca Sevel, licenciataria local de Peugeot.

En El Palomar se produce el Peugeot 308, que según los datos de Acara registró ventas por 6513 unidades el año pasado, un 33 por ciento menos que en 2017. También se fabrica el 408, que tuvo ventas por 3006 unidades, un 46 por ciento menos que en 2017. En el caso de la Partner, las ventas cayeron el año pasado un 17 por ciento, mientras que el C4 Lounge tuvo una merma del 23,2 por ciento. Esos magros desempeños se explican por la disparada de precios ante la devaluación del peso y el cierre del crédito por las exorbitantes tasas de interés, que afectan a todas las terminales y por ende a los autopartistas, que el año pasado perdieron el 5 por ciento del empleo registrado.

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