Ante el silencio de los adolescentes, la hermana de las víctimas, de 18, decidió hacer la denuncia a la policía. El repudiable hecho ocurrió en Santiago del Estero.
Fuentes consultadas indicaron que la denunciante manifestó que el viernes pasado estaba con sus hermanos, cuando uno de ellos recibió un mensaje de voz femenina en su celular, en el que les decía: «Ya estoy en casa, pueden venir nomás».
Ella quiso saber de quién se trataba y para qué los llamaba, aunque los menores quisieron evadir las preguntas, pero luego confesaron que siempre iban porque ella les daba dinero, les hacía comprar y tomar bebidas alcohólicas, y luego les pedía que se bajaran los pantalones para tocarlos.
Temerosos de ser castigados por su hermana, los menores continuaron revelando que «la acusada también se sacaba sus prendas, y que en una oportunidad les habría pedido mantener relaciones sexuales, y los menores se negaron».
Según el relato de las víctima ante su hermana, «cuando ellos se negaron a mantener relaciones con la acusada esta se habría enojado y los agredió con golpes de puño en el rostro».
La fiscal de turno -Dra. Cecilia Rímini– dispuso la inmediata investigación y contención de las víctimas, y esta semana podrían surgir importantes novedades en torno al caso. Según se supo, los hermanitos serán examinados por el médico forense en las próximas horas.
Además, la representante del Ministerio Público ordenó que la policía realice un relevamiento vecinal en el domicilio de la acusada y de los menores.
