En medio de la recesión, el Indec dará a conocer esta semana otro dato negativo para el gobierno.

Con el desembolso del FMI confirmado y los 9.600 millones de dólares aprobados para intervenir el mercado cambiario, el gobierno alcanzó cierta calma respecto de a la posibilidad de futuras tormentas cambiarias. Pero la inestabilidad que azotó desde mayo de 2018 está haciendo estragos en los índices oficiales que miden los precios, el consumo y, ahora también, el sector laboral. La temida cifra de dos dígitos de desempleo se daría a conocer este jueves por el Indec.

Una variable clave para el ánimo del electorado como lo es el dólar parecería bajo control inmediato, pero la debacle productiva comienza a acaparar la atención del gobierno. Jorge Todesca, director del Indec, habría informado esta semana al Ejecutivo que el impacto de la recesión ya podrá verse claro en el número de desocupados. Había quedado en 9% durante el tercer trimestre del año pasado y el aumento reciente sería de 1,5 punto y llegaría al 10,5%.

Significaría que a fin del 2018 unos 200.000 trabajadores más se quedaron sin empleo y el total de las personas sin trabajo llegaría a unos 2,2 millones. Al cierre del 2015, esa medición le daba 7,1% al Indec y 7,2% al Banco Mundial.

«Cada vez hay más pedidos del Procedimiento Preventivo de Crisis para reducir plantillas. Metalúrgicas, automotrices y sectores del caucho están en grandes problemas. La peor situación es la de las pymes. Diciembre fue devastador, la industria se contrajo 4,7% y el comercio cayó 6,7% en todo el año pasado. No se ve ningún signo de recuperación», aseguró a este diario el economista y director de Focus Market, Damián Di Pace.

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Los ejemplos abundan. Sólo en el mes de marzo, se  informó sobre cierre de comercios como el tenedor libre Los Maizales, que dio de baja a 85 empleados. Las automotrices como Honda y Renault arrancaron un sistema de suspensiones masivas (el sector trabajó en enero al 15% de su capacidad instalada). La fábrica de carrocerías de colectivos más grande del país anunció el cierre y el despido de 600 trabajadores, entre otros.

Y el último jueves se dio a conocer que la inflación de febrero dio 3,8% (51,3% interanual) empujada por alimentos (5,7%) y servicios (6,4%). Aún falta otro aumento del gas y del subte, el último viernes, entró en vigencia la tercera cuota de transporte.

De ahí la batería de medidas desplegadas por el Ministerio de Producción y Trabajo, como los recientes créditos anunciados para pymes y otros sectores. La más clara, el aumento de la AUH del 46% y la tarifa plana del gas, que busca que el consumo más alto del invierno se pague en el verano, post elecciones.

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