Un estudio del CEM sobre Capital y el Conurbano revela que empeoró la situación económica personal del 58% de los habitantes. En la mitad de los hogares alguien perdió el trabajo y el 70% tuvo que limitar sus compras. Tanto, que más de la mitad disminuyó las porciones de comida en su mesa

Un relevamiento en la Ciudad de Buenos Aires  y los 24 municipios que la rodean -zona definida como el Area Metropolitana de Buenos Aires, AMBA-, muestra que  en el último año todos los indicadores de inseguridad económica, alimentaria y laboral se agravaron.  Más de la mitad de las personas consultadas dijeron que tuvieron que disminuir  la porción de las comidas por tener suficiente dinero para comprar alimentos.  48 de cada 100 tienen miedo a perder el trabajo. Al 65 por ciento el sueldo o los ingresos familiares no le alcanzan. Por último, las expectativas sobre si la economía va a mejorar están por el piso.

La investigación  fue realizada por el Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), un espacio creado por  la Umet y las universidades nacionales de  Hurlingham y la Arturo Jauretche. El CEM  viene midiendo el clima social desde diciembre de 2016 y  este es el noveno informe que realiza sobre el tema. El seguimiento permite observar cómo la crisis económica, que es a la vez una crisis de empleo, de ingresos y alimentaria,  se metió en los hogares afectando a las cuestiones más basicas, las que hacen a poder sostener un nivel de vida digno. Así como la evolución en el tiempo es de un agravamiento, puestos los resultados sobre el mapa puede verse cómo el maltrecho clima social empeora a medida se avanza adentrándose en el primero y segundo cordón del conurbano.

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El  Monitor del Clima Social es  una encuesta  que mide impresiones  y experiencias. «Fue pensado como un termómetro del impacto de las políticas socioeconómicas en las percepciones de los catorce millones de habitantes del AMBA. Una herramienta que permite medir las grandes desigualdades de esta región en términos geográficos y de  estratificación social», explicó Matías Barroetaveña, director del CEM.

Para armar el informe, los encuestadores tomaron una muestra de 1523 personas. Sus percepciones sobre la economía alcanzaron en este mes de marzo los peores indicadores históricos desde el inicio de la serie, en diciembre de 2016.


INSEGURIDAD  LABORAL

El 48 por ciento cree probable perder su trabajo en el corto plazo. Este miedo es  más extendido en el  conurbano, y alcanza en el segundo cordón al 66 por ciento de las personas. Se trata de una inseguridad  vinculada a vivencias directas,  ya que el 45 de los encuestados respondió que alguien de su hogar perdió el trabajo en el último año (índice que trepa al  54 por ciento en el Conurbano sur). Sobre cómo siente su situación laboral actual, la mitad sostuvo que es peor que hace un año; en este aspecto, no hay  distinciones sobre la zona en la que se viva.  

El  gráfico permite observar la evolución de los sueldos o ingresos familiares versus  la inflación. Hoy el 65 por ciento de los consultados  sostiene que el salario no le alcanza; en las zonas más afectadas del Conurbano  esta situación abarca a  dos de cada tres . Actualmente se registra  el peor indicador en ese sentido desde diciembre de 2016. Como puede observarse, en octubre de 2017 los que aseguraban que con el sueldo no llegan a fin de mes eran 48 de cada 100; hoy llegan a 65 de cada 100. 

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INSEGURIDAD ALIMENTARIA

Más de la mitad de los vecinos del AMBA  disminuyeron  la porción de las comidas por falta de dinero en el último año. Como se sabe,  la inflación afectó más el precio de los alimentos, que son a la  vez  el principal destino de los gastos de los hogares con menos recursos.   Cuanto más pobre se es, mayor porcentaje de los ingresos se gastan en comida. El promedio de personas que redujo las porciones de las comidas es del 52 por ciento en el AMBA, pero  en el segundo cordón del Conurbano el porcentaje llega al 63.

Tres de cada diez entrevistados afirmó haber tenido hambre por en el último año por falta de dinero. En el segundo cordón Sur, el número alcanza a 46 de cada cien.  Además, siete de cada diez limitaron la cantidad de productos que compran.

INSEGURIDAD ECONÓMICA

El 71 por ciento de los pobladores del AMBA consideran que la situación económica es mala. Este es el peor resultado histórico de la serie. En el norte y oeste del segundo cordón del Conurbano, alcanza al 80 por ciento. 

En comparación a la situación económica personal de un año atrás, apenas el 13 por ciento  siente que hoy está mejor.  

El relevamiento se basó en  1523 encuestas telefónicas. Los municipios que integran el AMBA son: Ciudad de Buenos Aires, Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Ezeiza, Florencio Varela, General San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, La Matanza, Lanús, Lomas de Zamora, Malvinas Argentinas, Merlo, Moreno, Morón, Quilmes,  San Fernando, San Isidro, San Miguel, Tigre, Tres de Febrero y Vicente López.

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