Los Caballos y las Vías
Nota III

Los siguientes diez años, o sea el período 1853 hasta 1863, marcan a fuego los destinos del país. Los ferrocarriles acortan distancias insospechables de poder recorrer tan pronto, las provincias recibes noticias y mercaderías más rápidamente, la nueva forma de gobierno es fundamental para el respeto de los nuevos conceptos de libertad de pensamiento y respeto por los ciudadanos, garantizados por la Constitución Nacional de 1853. Es una nueva forma de crecer en todos los sentidos, espiritual y material. Lo primero ya consolidado por los gobernantes y en segundo lugar como respuesta a las inquietudes intrínsecas de un pueblo ávido de prosperar, con una tierra noble y fecunda con sólo enterrar las manos en ella.
En ese crecer tienen mucho que ver las vías.
Analizaremos las vías urbanas de las ciudades en primer lugar. El exitoso servicio de los tranvías uniendo el centro con las terminales de los ferrocarriles, hizo ver qué se podían unir distintos puntos de la ciudad que comenzaba a extenderse, la población crecía y se sumaban los inmigrantes que eran apoyados por políticas inmigratorias eficaces. Sus destinos principales fueron las colonias agrícolas que sirvieron de ejemplo de nuevas formas de cultivar la tierra, con la experiencia de sus lugares de origen con predominio de españoles, italianos, franceses, ingleses, irlandeses, etc. También en Buenos Aires se alojaron muchos de ellos que en sucesivas etapas de llamarse unos a otros, convergieron quedándose en la capital. Así creció Buenos Aires y el artífice más eficaz de esa política de estado fue la acción exitosa de los tranvías.
Las compañías se agrandaron con nuevas líneas y recorridos, fue tal ala cantidad de coches en circulación que el presidente de Francia que nos visitó, Clemanzou, opinó que Buenos Aires era la reina de los tranvías. La capital federal tenía la red más importante del mundo en extensión de vías y número de coches. Barrios enteros deben su nacimiento a la llegada de los tranvías por sus calles, Boedo, Caballito, Flores, Chacarita y posteriormente Belgrano quedaron unidas al centro en recorridos que sólo 20 años antes parecían inalcanzables.
Verdaderamente fue un fluir de coches tirados por “nuestros maravillosos amigos del hombre”. Sean en yunta o acompañados por un cuarteador en los tramos de subidas bravas, siempre la figura del caballo era de una trascendencia maravillosa.
Para tener una idea de lo que significó el tranvía para el crecimiento de Buenos Aires se veían avisos como este:
La foto nos habla de que en “Caballito se ofrecen 90 lotes ¡quien no compró a tiempo su terreno anda de conventillo en conventillo”.
Se multiplicaron los loteos, los avisos de remate incluían como dato adicional, la existencia de líneas de tranvías que pasaban por la vecindad, una oferta de 18 lotes sobre la calle Corrientes cerca de Plaza Once garantizaba que los futuros compradores podían llegar a Plaza de Mayo en 25 minutos. La segunda mitad del siglo XIX energizó el crecimiento del país en base a una eficaz trilogía: vías, tranvías y caballo.

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HEG

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