Dos gremios clave como el metalúrgico y el de la construcción avizoran la profundización de la recesión económica. «No vemos señales de que vaya a cambiar», dicen y reclaman a la Provincia que no disimule la crisis general.

Un panorama «muy oscuro» presagian los gremios rosarinos para el año que acaba de comenzar. Al «malo» 2018 le auguran un «peor» 2019. El titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Donello, diagnosticó: «No vemos señales de que pueda cambiar, todas las medidas que se toman son de ajuste, de achique al consumo, pegarle al poder adquisitivo, aumentan las tarifas, los impuestos, el transporte, todo va en contra del consumo y la producción». Por su parte, el referente local de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), Sixto Irrazábal, se quejó: «Algo van a tener que hacer, en tres años que lleva este gobierno no tiraron ni un centro para los trabajadores».

Sin embargo, y pese a la crítica feroz hacia la política económica que idea el macrismo, ambos sindicalistas tienen broncas y malestares acumulados con la dirigencia provincial y rosarina. Donello descree de las estadísticas que presentó el gobierno progresista acerca de qué los indicadores económicos superan a la media del país. «El gobernador oculta la pérdida de puestos de trabajo en la provincia», acusó el metalúrgico y ahondó: «No sé de donde sacarán los números, estamos perdiendo trabajadores, se están cerrando negocios habilitados y no habilitados, el comercio cierra todos los días, no sé en qué gremio están tomando gente, no sé qué quiere hacer el gobierno tapando una realidad que en el 90 por ciento no es culpa de ellos». La reflexión plantea un escenario desolador.

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El constructor, por su parte, apunta los dardos contra el Concejo por no otorgar excepciones a los empresarios que pretenden construir desarrollos fuera de reglamento. «Frenan todas las obras a los privados, la burocracia que tiene el Concejo…parece que vivieran en otro mundo», pegó. «No acompaña a los inversores, tiraron para atrás el emprendimiento de Lattuca sin siquiera conocerlo, tumbaron 44 mil metros cuadrados, lo ven a Lattuca como el enemigo, claro que quiere ganar plata, pero también da trabajo, parece que les interesa más el palo borracho que los pibes de la villa cuyos padres se quedan sin trabajo», consideró el titular de la delegación local de la UOCRA en alusión al proyecto denominado Manzana 125, sobre la construcción de grandes torres en la actual cochera entre calles Paraguay, Rioja y Corrientes que naufragó en el Concejo.

Donello definió como «preocupante» la actualidad del sector al que representa. «Sobra producción, no hay venta, sobra mano de obra, se corren riesgo muchos puestos de trabajo». ¿Solución a la vista? No hay otra que no sea la revisión de las medidas que aplica el gobierno nacional. «Si no cambian esta política vamos a estar preocupados, tiene que cambiar la política económica e industrial, ¿qué país del mundo tiene un 60, 70 por ciento de interés en la banca? Eso va a la timba financiera y a sacar todos los subsidios que se puedan a las empresas, es una política para un sector muy chiquito de la Argentina», explicó.

Irrazábal admitió, por su parte, que el rubro construcción se sostiene, aún sin estar en su momento, gracias a la obra pública del gobierno provincial. Pero sembró luces de alerta por el ajuste presupuestario que la Casa Gris aplicaría este año para cumplir con la quita de subsidios al transporte que resolvió Nación. «Gracias a Dios que tenemos alguna obra pública en la provincia», celebró, al tiempo que requirió la presencia efectiva, en materia de obras, de la gestión Cambiemos. «Estamos necesitando un poco de apoyo de la Nación, sino va a estar muy difícil el año».

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