Con la sensación térmica arriba de 40 grados, las distribuidoras eléctricas del área metropolitana mantuvieron un promedio de hasta 35 mil usuarios sin luz. La situación no mejoró pese al tarifazo del 2 mil por ciento.
Pedro Bussetti, titular de la entidad de consumidores Deuco, plantea que “la calidad del servicio no ha mejorado, persisten los cortes de suministro por largos períodos, no hay respuesta a los reclamos y se han extendido las quejas por facturación incorrecta o estimación de consumos. En cambio, lo que ha mejorado es la rentabilidad de las empresas”.
Según los últimos datos oficiales, entre marzo y agosto de 2017 fueron afectados más de 1,2 millón de usuarios con corte de servicio y las empresas ofrecieron resarcimiento por un monto promedio de 290 pesos por cada usuario. Entre septiembre de 2017 y febrero de 2018 creció hasta el millón y medio la cantidad de usuarios afectados, con un resarcimiento promedio de 390 pesos. Entre marzo y octubre del año pasado fueron afectados 1,4 millón de usuarios, es decir, 200 mil más que en el mismo período del año pasado. El resarcimiento promedio fue de 317 pesos. “Las bonificaciones son insignificantes en comparación con los cuadros tarifarios vigentes y con los perjuicios que ocasionan a los usuarios los cortes de energía y las deficiencias del servicio”, advierte Bussetti.
Claudio Boada, de la Unión de Usuarios y Consumidores, consideró que “no hay problemas en la parte de la generación ni el transporte de la energía eléctrica sino en la distribución. Esto es falta de inversión, todo el sistema está atado con alfileres y cuando hay altas temperaturas se producen los cortes por elevado consumo. El punto es la calidad del servicio, porque el servicio público de distribución casi no presenta inversiones obligatorias sino resultados obligatorios. El servicio tiene que ser correcto, de otra forma las empresas podrían decir que cumplieron con las inversiones y que se desligan de los resultados. Hay zonas del conurbano que no centran la atención de los medios en donde son usuales los cortes de luz durante días y los resarcimientos no son significativos”.
Hasta ahora, el momento más crítico del verano en materia de cortes se dio el martes pasado, con el apagón masivo por el incendio de una subestación de Edenor en Morón. En esa oportunidad, no sólo cientos de miles de usuarios se quedaron sin energía eléctrica sino que el corte afectó a las líneas B y D de subte y a los ferrocarriles Urquiza y Sarmiento. “Quedó en evidencia que los servicios esenciales requieren tener varias vías independientes de abastecimiento eléctrico”, pidió Boada.