Francisco “Barba” Gutiérrez se siente en el escritorio que tiene en el séptimo piso de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) rodeado de las fotos de Juan y Eva Perón. Hay también otra que lo muestra junto a Néstor Kirchner y otra con Pablo Moyano. Imágenes que hablan del peronismo, sus diferentes y de la unidad. Desde ese lugar, el metalúrgico no sólo anticipa que volverá competir por la intendencia de Quilmes sino que además advierte sobre la necesidad de que el peronismo deje de lado las diferencias y se una para reinstalar un proyecto productivo en favor de los trabajadores. “Si no lo hace, el pueblo también sabiamente lo va a castigar”, aseguró.

–Lorenzo Miguel solía decir que si la UOM está bien, el país va bien, y si la UOM está mal, el país va mal. ¿Cómo está hoy la UOM?

–Hay una tendencia mala para la UOM entonces están mal los trabajadores, está mal la industria y por lo tanto al país no le puede ir bien.

–El Gobierno ha dado muestras de tener un perfil antiindustrial.

–Sí, sí. No hay duda de ello. Los otros días hablaba con unos industriales que me decían que este es un modelo donde no se tiene en cuenta a la industria y vamos camino a tener cada vez menos actividad industrial. Acá no se la defiende y el mejor ejemplo es el tema tarifario donde los aumentos son exorbitantes. La tarifa aumentó el 58 por ciento en dólares y eso afecta terriblemente a la producción. La tasa de interés está entre el 50 o 60 por ciento y eso lleva a que ninguna empresa PYMES puede cambiar un cheque para pagar la quincena y si tiene que pedir un crédito para poder absolver los costos de este año, del bono, del aguinaldo, las vacaciones, el aumento salarial necesario para que los trabajadores tenga nivel de subsistencia, lo tiene que hacer al 60 por ciento. Pero si tiene que cambiar un cheque ese porcentaje es todavía mayor. 

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–Todos elementos que impactan en el salario del trabajador.

–Por eso digo que le va mal a la actividad industrial. Los salarios no alcanzan a cubrir la canasta básica alimentaria. Nosotros tenemos como referencia eso y la canasta está a 25 mil pesos. Podemos decir entonces que más de la mitad de los trabajadores de la industria metalúrgica, en términos de salarios básicos, esta por debajo de la línea de la pobreza. Pensar que Macri decía que iba a haber pobreza cero pero la aumentó y se expresa en la baja del salario de los trabajadores. 

–Sin embargo, el Gobierno cree que con estas políticas puede llegar a triunfar en las elecciones de octubre.

–Sería contradictorio con lo que ocurre con los trabajadores y con el pueblo en su conjunto. La mayoría de los sectores populares están pasando necesidades muy fuertes, hay angustia por incertidumbre de lo que va a pasar con el trabajo. No es para menos, muchas empresas están suspendiendo, reduciendo personal y, peor, algunas están cerrando. Por lo tanto, creo que se le hace difícil al gobierno pensar que pueda ganar las elecciones. Obviamente tiene una alternativa y es que el peronismo vaya disperso. 

–¿Por eso promueven el desdoblamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires?

–Macri y Vidal tienen todas las facultades para utilizar las herramientas que les da la democracia y las instituciones para realizar los procesos electorales que les convenga. Y un tema que están planteando es el adelantamiento de las elecciones de las provincias donde ellos gobiernan pensando que con eso pueden lograr un impacto electoral positivo. Es el caso de la gobernadora Vidal. Ahora bien, primero tienen que ganar y en eso también hay que ver cuál es la estrategia que tiene todo el peronismo.

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–¿Y cómo está el peronismo bonaerense?

–Bueno, el peronismo está en debate interno, en busca de un camino que nos permita definir una propuesta y estrategia electoral que unifique las acciones y candidaturas tanto para la provincia como para el país y, sobre todo, nos permita ganar las elecciones. Porque cualquier encuesta de las consultoras dicen que la oposición unificada en la provincia tiene un 60 por ciento. O sea, si el peronismo se une gana el pueblo. Entonces sería bastante irresponsable que la oposición no encuentre el camino de la unidad. Si no lo hace, el pueblo también sabiamente lo va a castigar. No va a votar a aquellos que no tengan grandeza, humildad y responsabilidad. 

–¿Competirá por la intendencia de Quilmes?

–Yo quiero volver a mi ciudad, porque creo que es necesario e imprescindible ponerme al frente de las reivindicaciones y necesidades de nuestro pueblo. Los intendentes tenemos que ser el portavoz de la necesidad de nuestros pueblos porque para eso lo eligió la gente. Ahora en Quilmes, como todo el país, hay problemas por el aumento de las tarifas. La gente le reclama al intendente (Martiniano Molina) pero como es parte del gobierno nacional se esconde.

–¿Se identifica con algunos de los sectores del peronismo?

–Yo sostengo que si sumamos a todos los peronistas somos más del 60 por ciento. Eso está diciendo que debemos encontrar la manera más democrática, inteligente, responsable y humilde para definir el proyecto y la candidatura que nos permita terminar con el sufrimiento de nuestro pueblo. Puede ser una interna abierta o unas primarias o el método que consideremos más conveniente para unirnos a partir de la identidad peronista que es la lucha por la justicia social, por un país más justo, más libre, más independiente y más soberano. 

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–¿No es un límite para usted Cristina?  

–¡No! Ni Urtubey, ni Massa, ni Felipe Solá y tampoco cualquiera de los gobernadores. Hay muchos dirigentes del peronismo que tienen grandes responsabilidades en sus provincias, que están gobernando y trabajando fuerte dentro de todo este contexto. Si todos los sectores peronistas se unen es probable el 60 le gane a ese 40 por ciento. ¿No le parece?

–En estos días se dijo que la UOM estaba avalando suspensiones y reducción de horario…

–No, suspensión no. La UOM no avala ninguna reforma laboral, de ninguna naturaleza que tienda a reducir derechos de los trabajadores garantizados por la ley de contrato de trabajo, por la Constitución Nacional y por los convenios colectivos. De ninguna manera. No vamos a aceptar modificar ni la ley de indemnización ni la de jubilaciones. Ahora, mientras ocurren situaciones particulares, como se esta dando ahora en algunas industrias que hay poca actividad producto de lo que estamos hablando, bueno, no somos necios y a veces se hace necesario realizar una negociación transitoria con el sector empresario para afrontar en conjunto este momento difícil pero siempre preservando el empleo.

–Usted describió el contexto de crisis que vive el país pero desde la CGT sólo hay silencio. 

–Bueno, nosotros somos un gremio confederado y en su momento nos retiramos de la conducción porque justamente entendíamos que la CGT debía tener una actitud distinta frente al Gobierno. Esto no quiere decir una actitud confrontativa por la simple confrontación sino de firmeza en defensa de los trabajadores que para eso nos eligen a los dirigentes sindicales. Y es una frase que tomo del Papa Francisco: “Uno debe ser responsable en la defensa de los derechos e intereses para los cuales la gente los ha votado”.

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