CHASCOMUS, PUNTA DE RIELES 1865-1874

Nuestra ciudad en la mitad del siglo XIX ocupaba un lugar preponderante en la zona sur de la Provincia de Buenos Aires, era la salida obligada para quienes se dirigían hacia el sur. Los caminos eran para esa época simples sendas por donde pasaban carretas, simples diligencias más los clásicos arreos para el consumo de los mataderos de Parque Patricios. Los caminos hacia el sur salían de Buenos Aires y pasando el Riachuelo por el puente de Márquez se abría uno hacia la costa y pegado al rio llegaba hasta la Ensenada, puerto natural de la zona que competía con los barcos que entraban por el Riachuelo, con mucho menos calado.
El otro camino se dirigía hacia los Montes de Zamora y seguía hacia San Vicente para después de llegar a Chascomús, varios kilómetros más de la línea de postas que por ley nacional estableció el gobierno de Urquiza, para facilitar las comunicaciones en el interior del país.
En un plano que invitamos a consultar en la sala criolla del Museo Pampeano están definidas las rutas de las diligencias y galeras del Sr. Moreno que a partir de 1858 empezaron a servir los pueblos del sur de la provincia continuando su ruta por el camino Real al Sur llegaban hasta Dolores, Tordillo, Monsalvo, Azul, Tandil, Mar del Plata y hasta Bahía Blanca años después.
El paso de las galeras hacia el sur se complementó con la llegada del ferrocarril en 1865 y Chascomús pasó a ser llegada y partida de los vecinos de la zona y pueblos cercanos, Pila, Ranchos y Dolores que aportaban pasajeros y encomiendas para hacer más fácil la llegada a la gran metrópolis con la cual nos unía el ferrocarril “en cuatro horas y un ratito” como decían los avisos del Ferrocarril del Sud, además de acercar los productos de granja de la zona y hasta mandar algunos vagones jaulas con animales menores, gallinas, cerdos y conejos.
Toda era en base a la estación del tren que vitalizó la zona de la Plaza de la Estación, dándole un desarrollo comercial para los servicios de los pasajeros del campo que esperaban la partida en hoteles, fondas de comidas, pensiones que fueron famosos por su atención.
La facilidad que aportó el ferrocarril a los vecinos del pueblo se vio incrementada por la llegada de los inmigrantes, sea llamados por amigos o parientes más los que aprovechaban la posibilidad de en 4 horas estar en medio de las pampas como era su sueño al salir de la vieja Europa, fue así como nuevos comercios se abrieron y fue creciendo la actividad social y comercial a niveles impensados para la época.
Las comunicaciones diarias por los diarios capìtalinos que diariamente llegan al mediodía a la estación llamaba la atención de los vecinos por los avisos de las grandes tiendas que dio origen a otra manera de comprar por encargue de los comisionistas que pusieron al alcance de los vecinos todo lo que se usaba en Buenos Aires.

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HEG

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