
“La Herida”, último libro del periodista y escritor Jorge Fernández Díaz, un entramado de persecuciones, deslealtades y traiciones donde la muerte ronda a los personajes con el agente Remil a la cabeza, desterró hace semanas del primer puesto de los rankings al escritor norteamericano Dan Brown, lo que habla a las claras del interés de los lectores locales por conocer el lado oculto de la alta política y los engranajes del poder.
Fernández Díaz fue redactor especial y cronista policial de La Razón, en épocas del editor Jacobo Timerman. Luego se instaló en la Patagonia para ser jefe de redacción de El Diario de Neuquén. A su regreso a Buenos Aires, asumió la jefatura de Política de El Cronista y, más tarde, fue subdirector de las revistas Somos y Gente. También ejerció como subdirector y miembro del grupo fundador del diario Perfil y director de la revista Noticias, y junto a Tomás Eloy Martínez fundó el suplemento semanal ADN Cultura del diario La Nación.
– Télam: ¿El periodismo le quedó corto para contar historias?
– Jorge Fernández Díaz: No, sucede que fui escritor de ficciones mucho antes de ser periodista. Pero los límites del periodismo para contar fenómenos mafiosos o sentimentales de la vida privada siempre fueron, para mí, un aliciente para cruzar esas fronteras con las armas de la ficción. Allí donde el periodista se detenía, el novelista avanzaba. Eso me pasó con la mafia del fútbol, la industria del secuestro extorsivo, la narcopolítica, los servicios de Inteligencia y la intimidad del populismo, pero también con el amor y el deseo, las angustias personales, los problemas inconfesables y las diversas neurosis de la clase media.