El consejo directivo de la central obrera emitió un crítico comunicado
Los más enojados fueron los que representan gremios pesados por la cantidad de afiliados que tienen aunque no necesariamente los más activos a la hora de pelear salarios y medidas de fuerza. Sin embargo, en el encuentro realizado el edificio de Azopardo, pidieron medidas de acción directa porque a la lista de quejas le sumaron ahora el cambio de la fórmula de movilidad jubilatoria.
La mayoría de los presentes coinciden, al menos en el análisis, que la situación con el gobierno está un tanto tensa, sobre todo por la falta de comunicación (que incluye la delicadeza del gobierno de anticipar algunas decisiones) y la inacción que viven las mesas de trabajo entre la Rosada, los gremios y la patronal. Sin embargo, y a pesar de este diagnóstico, la mayoría no acompañó la moción de medidas de acción directa. Una negativa que incluyó algunos duros señalamientos para con los gremialistas ahora soliviantados.
El malestar se saldó, al menos por ahora, con dos acciones. Por un lado decidieron pedir reuniones de urgencia tanto con el presidente Alberto Fernández como con la vice Cristina Fernández de Kirchner. Van a pedir que los encuentros se realicen en un plazo perentorio para trasladar las quejas y preocupaciones.
Lo que resta decidir es si realizarán alguna actividad para conmemorar el próximo 17 de noviembre el día de la militancia por el primer regreso de Juan Domingo Perón en 1972. Es un tema urticante porque Hugo Moyano ya anució para ese día una caravana como la del 17 de octubre y eso aviva la interna en la CGT con el líder camionero.
La otra acción fue la redacción de un comunicado. El texto expresa la preocupación de la CGT por las medidas del gobierno «que exteriorizarían restricciones presupuestarias en relación a los programas sociales, ayudas económicas a los sectores productivos afectados por la crisis sanitaria y el apoyo al sostenimiento de los ingresos laborales». Es por eso que ante la continuidad de la pandemia afirmaron que «no es posible desarmar el andamiaje socio-económico construido con tanto esfuerzo, y hay que garantizar que el cambio de fórmula de actualización jubilatoria no perjudique a los beneficiarios previsionales».
También se puede decir que hubo una tercera medida que se tradujo en una nota ante la Superintendencia de Servicios de Salud donde solicita que la vacunación contra el coronavirus «sea financiada con recursos del Tesoro Nacional, para evitar la sangría de las obras sociales».