Según el Centro de Predicción del Clima Espacial (SPWC), la radiación electromagnética que estalla durante una llamarada solar puede durar desde unos pocos minutos hasta horas.
“Las erupciones solares son poderosas ráfagas de radiación. La radiación dañina de una llamarada no puede pasar a través de la atmósfera de la Tierra para afectar físicamente a los humanos en el suelo, sin embargo, cuando es lo suficientemente intensa, puede perturbar la atmósfera en la capa donde viajan las señales del GPS y las comunicaciones”, escribió la NASA en su cuenta de Twitter después del evento.
La actividad solar sube y baja según un ciclo de aproximadamente 11 años, pero ha sido especialmente alta en los últimos meses. Tanto es así que ha provocado incluso el derribe de muchos satélites Starlink de Elon Musk, ha provocado apagones de radio y generado llamativas auroras en zonas donde no son habituales como en Pensilvania y Oregón en Estados Unidos.
Según los expertos, la actividad más intensa del Sol podría estar al caer al encontrarnos en una fase activa de su ciclo solar.
